El Torneo de Primera División de la Asociación Paranaense de Básquetbol se extenderá hasta su máxima posibilidad. Sionista consiguió su victoria de local y empardó la final del César Castro, en uno de los mejores torneos que se han vivido en los últimos años.
En un estadio Moises Fresler repleto de simpatizantes de ambos equipos, pero también de muchos amigos del básquet que no quisieron perderse la cita- se estima una concurrencia de 800 personas-, el Centro y el Recreativo Bochas Club volvieron a mantener un juego cerrado, emotivo, friccionado y, por momentos, bien jugado.
A diferencia del primer cotejo, la revancha tuvo a los de Néstor Bogado entrando más enchufados a la cancha. Con tres triples y un parcial de 11-2, los celestes se acomodaron en el partido antes que el Bochas, que parecía no encontrar respuestas a las defensas que proponía el local. Con el ingreso de algunos relevos de la visita, el primer chico se emparejó un poco y se fue 22 a 14 para Sioni.
La efectividad de los tiradores del Centro volvió a pesar en las expectativas de la visita de meterse en juego. Robledo, Gómez y Goldemberg, más la inteligente conducción de Sandrini para manejar los hilos del encuentro fueron claves en ese pasaje. Recreativo apostó a la experiencia de Salamone, Princich, y Bahler para poder acercarse en el tanteador. Si bien mejoró en su rendimiento, desaprovechó varias chances debajo del canasto. El primer tiempo se fue 36-31 para Sionista.
En el tercer cuarto el partido se picó. El contacto fue moneda corriente y ninguno de los dos pudo acomodarse ante defensas duras y al límite de lo reglamentario. Ambos equipos evidenciaron cansancio y en los dos canastos aparecieron las pérdidas. Por casi 6 minutos el tanteador no se movió.
De todas maneras, Recreativo tenía la obligación de dar un poco más en ataque y se quedó sin argumentos ante la falta de eficacia de sus internos, y a la dificultad de encontrar lanzamientos cómodos a media y larga distancia. Se fueron al último descanso con el local arriba 51 a 44.
Recreativo probó con doble base, y también con cuatro perimetrales y un interno. Gustavo Agasse probó variantes en el inicio del último cuarto para sorprender, por un lado, y emparejar la propuesta de Sionista, por el otro. Apareció la figura de Juan Salamone, quién con su conducción, asistencias y triples puso al Bochas a tiro. Por el lado de Sionista tuvo un gran retorno al partido de Maxi Robledo, quien se hizo grande en el rebote y convirtió en cada oportunidad en que quedó libre.
Los dos conjuntos llegaron al final, con pitazos discutibles incluidos, nerviosos y apresurados. Sionista tenía todo para ganar, pero ataque tras ataque equivocaba los caminos. En contrapartida, Bogado mando su zona más allá del arco y los chicos del Centro se hicieron bien grandes, obstaculizando la línea de pase, cortando balones y forzando las ofensivas de los de Agasse. Parecía que ninguno de los dos podía quebrar el juego. Sobre el final, a puro bombazo y aprovechando la magra puntería de Sionista en la línea de libres, los de calle Italia tuvieron el empate con un triple desde el corner bien tomado por Juan Vazzoler, pero caprichosamente la pelota no quiso ingresar y los locales sellaron su victoria, de 65 a 60, con un par de tiros libres.
La serie se iguala en uno y el próximo miércoles, en el gimnasio de calle Italia, se conocerá el nuevo campeón del básquet asociativo.
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