Los vampiros de la UEFA pasaron por la Ciutat Esportiva de Sant Joan Despí y se llevaron sangre de diez futbolistas en la previa de la gran final de la Liga de Campeones, contra Juventus el próximo sábado. El organismo del fútbol europeo les hizo exámenes a diez jugadores del Barcelona, entre ellos, claro, a Lionel Messi, quien se enojó porque por eso se perdió el homenaje a Xavi, quien el sábado se despedirá del club. Fue apenas seis días después del último control.
En esta ocasión, Marc André Ter Stegen, Gerard Piqué, Ivan Rakitic, Xavi, Leo Messi, Neymar Jr, Rafinha, Jordi Alba, Sergi Roberto y Adriano debieron someterse a las agujas. El pasado 28 de mayo, Martín Montoya, Sergio Busquets, Pedro, Iniesta, Luis Suárez, Mascherano, Marc Bartra, Dani Alves, Vermaelen y Jeremy Mathieu habían sido analizados.
Hace apenas unos meses, en diciembre del año pasado, Messi había usado las redes sociales para quejarse por los múltiples análisis de sangre a los que lo sometía la UEFA. "De los cinco elegidos fui el único que hizo orina y sangre. Raro, no...", había publicado el crack del Barsa en su cuenta de Instagram. El control de este miércoles también provocó la bronca del argentino. "Culpa del doping no podemos estar en la despedida de Xavi", escribió La Pulga.
Por otro lado, en el orden futbolístico y de cara al duelo con Juventus, Luis Enrique dirigió esta mañana una sesión con todos los jugadores disponibles, entre los que no estaba Iniesta. El volante realizó un trabajo específico como consecuencia de las molestias musculares en el sóleo. De todas formas, viajará a Berlín.