Boca está necesitado de un título y la gran obsesión es la Copa Libertadores, competencia que venía pasando de manera arrolladora; hasta que se topó con River, quien, además de ser su más acérrimo rival, lo eliminó en las Semis de la pasada Sudamericana.
Quedar nuevamente afuera a manos del Millonario podría debilitar a cualquiera, salvo al director técnico, quien tiene el firme respaldo de Daniel Angelici. "No hay ninguna duda de la continuidad de Arruabarrena hasta fin de año, pase lo que pase. Hasta ahí tiene contrato", esbozó el mandatario, dejando en claro el apoyo al Vasco.
Otro tema que hizo mucho ruido en los últimos días fue la designación de Darío Herrera para el partido de vuelta, que se disputará el jueves, en la Bombonera. "Hubo un acuerdo con la AFA de que están Loustau y Herrera. El que salía dirigía el local y el otro iba a la Copa", reconoció el presidente de la entidad de La Ribera.
"Le están poniendo a los árbitros una presión terrible. No me molesta, pero se habla todo el día de eso", soltó el Tano, sobre la presión que está cayendo sobre el juez. Sin cortar, además, que algunos ponen en tela de juicio su honorabilidad, ya que tiene una buena relación con la familia Schiavi. Y agregó: "Los clubes son presidencialistas y yo puedo hablar por mí. Yo nunca puse o saqué un árbitro".
Para cerrar, Angelici le pegó a Germán Delfino, de floja labor en la derrota de Boca ante River en el Monumental: "En lo técnico, no tuvo errores; pero sí en lo disciplinario".
Para cerrar, el dirigente puntualizó en el mercado de pases, dejando entrever que Jonathan Calleri podría marcharse en junio. "Hoy me reuniré con dirigentes que pretenden a jugadores de nuestro plantel. Calleri está cotizado entre 10 y 12 millones de dólares, y gente de Europa irá a verlo el jueves", expresó. Otro que podría irse es Juan Manuel Martínez, quien no es tenido en cuenta por Rodolfo Arruabarrena.
En caso de concretarse esa venta, Boca tendría el dinero para finalizar el contrato de Carlos Tevez con la Juventus antes de tiempo -expira en junio, pero de 2016-. Sin embargo, fue tajante: "No tenemos pensado romper su vínculo con los italianos. Él debe irse por la puerta grande".