Es el hombre del fin de semana aunque con el protagonismo que nadie quiere y que nace a partir de la acusación y la sospecha. Andrés Merlos, el árbitro del escandaloso partido que Lanús le ganó a Arsenal el pasado viernes con dos goles en tiempo superior al adicionado, habló ayer luego de dirigir un partido de la liga de Pehuajó.
"Tengo que reconocer que me equivoqué en dar el último minuto. Los errores hay que reconocerlos y yo los reconozco", dijo el juez que pertenece al SADRA, sindicato cuyo presidente, Guillermo Marconi, calificó como un hecho "grave" la tarea de su afiliado.
Merlos dirigió ayer el choque entre Deportivo Argentino y Atlético San Martín de la liga de fútbol de Pehuajó y al término del encuentro se refirió a cómo impactó lo ocurrido el viernes en su vida personal: "Fue muy fuerte llegar a mi casa y encontrar a mi mujer y mis cuatro hijos llorando, el llamado de mi madre desde Mendoza. Muchos no saben lo duro que es para un árbitro, lo que uno menos quiere es equivocarse".
El árbitro deberá declarar hoy ante las autoridades de su cartera. Sufriría un parate de aproximadamente cuatro partidos, es decir, lo que resta del semestre y muy posiblemente a su regreso deba dirigir en el ascenso. Además, se estudia bajarlo de la lista de internacionales que integra y que ya fue cursada a la FIFA para 2015.