El desarrollo del encuentro que cerró el campeonato de 30 equipos en la localidad de Garupá, observó las particularidades que a lo largo de la temporada expresaron ambos equipos.
El conjunto marplatense fue pura practicidad, bien protegido atrás, trabajador en la mitad de la cancha y dinámico arriba aunque con menos agresividad de la deseada pese a la buena fase goleadora de José Sand.
Y Crucero, que finalizó el certamen con 14 unidades, fue un manojo de voluntades inconexas que nunca pusieron en peligro la clara victoria del Tiburón.
Crucero perdió los últimos 11 partidos que disputó y nunca pudo sumar ni un punto como visitante, un récord que en el profesionalismo ostentaba Argentino de Quilmes en 1939, mientras que Argentinos Juniors sufrió 14 caídas consecutivas en 1936.