Aldosivi enfrentaba a Crucero del Norte en un partido clave para sus aspiraciones de quedarse en Primera, y no tuvo que hacer una labor descollante para cumplir con su misión. De hecho, el Tiburón se generó más problemas a si mismo de los que el Colectivero le pudo causar en todo el partido.
La tendencia del partido ya se vislumbró en una de las primeras escenas del mismo. Matías Lequi, jugando como lateral izquierdo, presionó pasando el mediocampo, recuperó y asistió al Payaso Lugüercio, que rellenó de júbilo a los del Puerto con una definición potente y esquinada.
La reacción del Misionero ante el gol fue positiva en lo anímico, aunque eso no se tradujo en lo futbolístico. Los marplatenses se mostraban más consistentes, pero solitos se encargaron de atentar contra sus propias aspiraciones. Roger Martínez saltó a disputar una pelota con el codo demasiado expuesto, y si bien no le dio de lleno a su rival, Jorge Baliño decidió echarlo en una decisión polémica. Con su imprudencia, el colombiano perjudicó a su equipo. Justo él, quien tantas soluciones y alegrías le había dado últimamente.
A pesar del hombre de más y de controlar la pelota la mayor cantidad de tiempo, a Crucero le faltaron ideas para preocupar a su rival en todo el segundo tiempo y, ante la adversidad, la motivación se fue agotando poco a poco. De hecho, Aldosivi siempre estuvo más cerca de liquidarlo, que de sufrir un descuento, y eso fue lo que ocurrió. Alejandro Capurro metió el 2-0 definitivo con un bombazo de zurda que dio en el palo y entró.
El resto del partido no tuvo disputa. A pesar de no manejar la pelota, los del Puerto controlaron las acciones y hasta pudieron haber metido algún tanto más. El equipo de Misiones terminó sin energías, y seguramente no sea algo físico, sino el hecho de ver cómo se acerca un destino que no pueden cambiar. Con Lugüercio, Capurro, Lamberti y Lequi como baluartes, Aldosivi sumó tres puntos que valen oro, lo hacen llegar con la frente en alto a dos choques claves, ante Huracán y Chicago, y lo acercan a su gran objetivo: seguir en Primera.