El goleador suma un eslabón más a la cadena de inconvenientes generados desde que el club alemán acelerara sus movimientos para contratarlo valiéndose de la cláusula de rescisión, en momentos en que la Argentina comenzaba la primera temporada oficial de la Superliga y el Millonario disputaba los cuartos de final de la Copa Libertadores.
La dirigencia millonaria rechazó en todo momento inclusive comenzar la negociación y declaró "instransferible" al artillero santafesino.
Pero, a pesar de la posición de River, Alario siguió adelante, se sometió a la revisión médica sin autorización de los de Núñez e hizo ejecutar la cláusula de rescisión, puesto que evaluó que se trataba de una oportunidad muy importante para su crecimiento profesional.
La dirigencia de River asumió que a Alario no lo iba a recuperar pero reclamó ante la FIFA por el proceder del Leverkusen, al que lo acusa de "transgredir" el reglamento porque el jugador se fue cuando la Superliga Argentina ya se había puesto en marcha.
Como River demoró el envío del transfer, el Leverkusen también tuvo que pedirle a la casa madre del fútbol mundial que habilite al ariete de Tostado y recién así consiguió debutar en la institución germana.
Recientemente, Colón de Santa, dueño del 40 por ciento del pase del delantero, también tuvo que solicitarle a la AFA que interceda ante los alemanes para que le depositen en su cuenta el dinero adeudado.