En su rol de dirigente y flamante candidato a presidente de la World Rugby, Agustín Pichot analizó y realizó una profunda autocrítica sobre el brutal crimen de Fernando Báez Sosa en Villa Gesell a mano de una patota de rugbiers.
"Fue un crimen y por respeto a la familia y a la justicia no me pareció oportuno hablar públicamente en su momento. No creo que el rugby sea eso. Pero tenemos que hacer una fuerte autocrítica de la responsabilidad que tenemos en los clubes y en los jugadores aquellos que enseñamos o somos dirigentes . Tenemos que hacer una autocrítica grande. La estamos haciendo. Somos responsables de los estereotipos que hemos permitido en nuestros clubes", explicó el histórico jugador de Los Pumas tras el anuncio de su candidatura sobre un tema que al menos por un tiempo cerró la grieta entre los argentinos para reclamar justicia.
Y agregó: "El rugby es un deporte de fuerza y agresión, pero no justifica que uno sea violento fuera de la cancha. A ningún jugador se lo entrena para ser violento afuera de la cancha. Tenemos que cambiar muchas cosas que culturalmente estaban aceptadas, como por ejemplo los bautismos y ni hablar de peleas o violencia física o psicológica de cualquier tipo".
Pichot es una autoridad para hablar del tema por su enorme carrera como deportista, con experiencia en el exterior y en la Selección, y él asegura que a nivel personal nunca le tocó vivir situaciones de extrema violencia aunque sabe que existen y hoy como dirigente y aspirante a ser la máxima autoridad a nivel mundial sabe que no puede tirar la pelota afuera: "Cuando leés que pasan cosas más extremas ves que hay que hacer una autocrítica desde el lado que te toque: dentro de cada club, en la UAR".