En el global, Racing fue superior y tuvo las mejores jugadas, pero le faltaron ideas y precisión. Sin embargo, a nada del cierre, apareció Oscar Romero, quien con un bombazo le dio la victoria y mantiene vivas las esperanzas de dar pelea por el título. Quedaron a nueve de Boca, con un encuentro menos (lo completa el miércoles). Además, está firme en zona de Liguilla Pre-Libertadores y en Semifinales de la Copa Argentina.
Decidido y convencido, así salió al campo de juego el local, intentando sacarle provecho al 'emparchado' equipo que tuvo que comer en cancha Néstor Gorosito por las innumerables bajas que sufrió (Ezequiel Ham, Ezequiel Garré, Cristian Ledesma, Joaquín Laso y Reinaldo Lenis).
Y bastantes problemas le ocasionó el cuadro de Diego Cocca mediante pelotazos, los cuales siempre agarraron mal parada a la defensa visitante. El más picante fue Gustavo Bou, quien con su velocidad fue una verdadera amenaza. En contrapartida, la Pantera nunca estuvo fina a la hora de definir y desperdició un sin fín de oportunidades.
Pero el goleador no fue el único que probó. Adrián Gabbarini también se tuvo que lucir contra Diego Milito (buena volada abajo para contrarrestar un cabezazo), Luciano Aued y Oscar Romero para controlar las embestidas de la Academia.
Los de Pipo intentaron resistir como podía, pero golpearon de manera interesante en dos ocasiones. Una con Lautaro Rinaldi, anticipándose a los centrales. La otra, con Federico Gallego. El volante picó al vacío aprovechando la espalda de Ricardo Noir e Iván Pillud (acabada de cambiar de zona ante la lesión de Leandro Grimi), pero no estuvo preciso.
En la segunda parte, los de Paternal mejoraron e hicieron que la posesión del balón sea más disputada y lograron que la estructura de los de Avellaneda se resquebrajase un poco. Todo esto sucedió hasta los 20 minutos, cuando Andrés Franzoia se tiró de manera desmedida contra la humanidad de Aued, lo que le valió ver la tarjeta roja.
Si bien esa expulsión hizo que la pelota vuelva a los pies de Racing, la carencia de ideas y falta de juego asociado le facilitó la tarea al Bicho, hasta que el paraguayo emitió un misil que le rompió el arco a Gabbarini y desató la locura en el Cilindro. Argentinos se volvió con las manos vacías y complicó su intención de clasificar a la Sudamericana.