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Histórico: Wimbledon reemplazará a los jueces de línea por la tecnología tras 147 años

El torneo más tradicional del tenis mundial se amolda a los avances tecnológicos para reducir el margen de error en los partidos e implementará un novedoso cambio que se aplicará a partir de 2025.

9 de Octubre de 2024
Reuters

Wimbledon, el torneo más antiguo y prestigioso de la historia del tenis mundial, vivirá un cambio sin precedentes en su próxima edición al eliminar a los jueces de línea humanos. En su lugar, se implementará un sistema de inteligencia artificial, marcando la primera vez en los 147 años del campeonato que estos oficiales serán reemplazados por un sistema automatizado de llamada electrónica de línea (ELC). Esta información fue divulgada por el periódico británico The Times, que también anunció que el sistema se utilizará en las 18 canchas del torneo, incluido el court central del All England Club.

 

Este cambio pone fin a una era en la que los jueces de línea, con su indumentaria tradicional, eran parte del paisaje habitual del torneo. La decisión de adoptar el sistema Hawk-Eye Live, que ha demostrado su eficacia en otros eventos del circuito profesional, representa un avance tecnológico destinado a mejorar la precisión del arbitraje en los partidos.

 

El sistema ELC ya fue utilizado durante la pandemia de COVID-19 en el US Open de 2020, y su uso se ha expandido a competiciones de todo el mundo. A partir del próximo año, la ATP, el organismo regulador del circuito masculino de tenis, implementará este sistema en todos los eventos regulares.

Fin de una tradición

A pesar de la rica tradición de Wimbledon, que se remonta a 1877, los organizadores han determinado que la calidad del campeonato podría verse comprometida si se continúa utilizando jueces de línea humanos. El sistema ELC es considerado una herramienta de arbitraje más precisa, que amplía las capacidades del sistema de desafío Hawk-Eye, introducido en 2007. Mientras que anteriormente los jugadores podían solicitar revisiones electrónicas, a partir del próximo año, se realizarán llamadas automáticas inmediatas tras el pique de la pelota.

 

El sistema tecnológico contará con múltiples cámaras para monitorear la trayectoria de la pelota, además de un operador de video que supervisará el sistema desde una sala externa. Sin embargo, el árbitro principal seguirá siendo un juez de silla presente en la cancha. Esta innovación tecnológica se espera que sea bien recibida por los jugadores, quienes ya están acostumbrados a la presencia de la inteligencia artificial en los circuitos internacionales.

 

John McEnroe, legendario tenista y tres veces campeón de Wimbledon, ha sido uno de los primeros en apoyar el uso de esta tecnología. McEnroe expresó: “Si tienes un equipo preciso, lo siento, tienes que hacerlo”. Además, con su característico humor, comentó: “Quizás no estaría hablando contigo ahora debido a las payasadas y tal vez hubiera ganado más, pero habría sido más aburrido”.

Impacto en el arbitraje

La implementación del ELC en Wimbledon representa un cambio significativo para los jueces de línea, quienes consideraban este torneo como un hito en sus carreras. Anteriormente, se requerían aproximadamente 300 jueces para cubrir más de 650 partidos en dos semanas. La reducción de estos roles ha suscitado preocupaciones sobre el futuro del arbitraje en el Reino Unido.

 

La Asociación Británica de Árbitros de Tenis ha realizado una encuesta que revela que cerca del 50% de los árbitros no estarían interesados en trabajar en torneos de menor categoría si Wimbledon deja de ser una opción viable. No obstante, se están evaluando alternativas laborales para estos oficiales, como capacitarlos para desempeñarse como árbitros de video o supervisores fuera de la cancha, brindándoles nuevas oportunidades en el ámbito del tenis.

 

Desde un punto de vista económico, se estima que Wimbledon logrará importantes ahorros con la implementación del sistema ELC. A pesar de esto, la organización mantendrá algunos jueces de línea para situaciones excepcionales, como fallas técnicas o imprevistos relacionados con el uso de la tecnología.

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