Desde muy chico vivió el automovilismo en familia, lo que para él se transformó en una pasión y el medio de vida. Ni los golpes que sufrió a lo largo de los años le impidieron seguir adelante a Mariano Werner, actualmente la mayor esperanza de Ford en el Turismo Carretera.
"Mi abuelo materno me inició en esto, era fanático de las carreras. Él siempre tuvo autos de la marca Ford", recuerda el entrerriano en su amena charla que mantuvo para el Instragram de Campeones con Carlos Alberto Legnani (hijo).
"Buenos Aires es hincha de Chevrolet, pero el interior es de Ford", destaca quien en TC es el abanderado de la marca, con la cual comenzó en el TC Pista allá por 2007 junto a la familia Occhionero.
Pero la historia de Mariano Werner empezó con el apoyo de su abuelo, la compañía de su papá y su gran guía, el recordado Gabriel Werner. "Heredé la pasión de Gabriel y él fue mi reflejo en todo, no solamente en el deporte, era la persona que me guiaba. Nos dividíamos mucho las tareas, yo salía de la escuela y me iba corriendo para trabajar. Yo alineaba todos los autos y él hacía los amortiguadores, la caja. Quería que aprenda de toda la mecánica y eso me sirvió para con los años tener un equipo", recuerda quien eligió el número 44 "porque es el que usaba mi hermano".
La pérdida de Gabriel fue un golpe muy difícil de superar para toda la familia y Mariano sostiene que "fue un sacudón fuerte, es algo que no lo esperás, tenía 28 años. Fue algo muy difícil, eso en la vida no está escrito porque uno espera que pase con personas mayores. La fe me ayudó para seguir adelante y estoy cumpliendo sueños y deseos que él tenía".
<b>LOS COMIENZOS EN LA FÓRMULA RENAULT</b>
"Debuté en 2005 en Fórmula, clasifiqué segundo en Buenos Aires. Eso para mis mecánicos fue una fiesta, no lo podían creer. Fue una linda camada con pilotos como Falaschi, Bebu, Benamo, Angelini, Muñoz Marchesi, la Fórmula tenía 50 autos", destacó quien alcanzó dos títulos en dicha categoría.
"Ese primer año fui al frente y gané el campeonato con el chasis Crespi, se podía aprender mucho. Fue una pena que la Fórmula haya cambiado de chasis y esté dividida", manifestó quien en 2006 alcanzó el bicampeonato de Fórmula Renault, ya con un chasis Tito.
<b>LA LEGADA AL TC2000 Y LA RELACIÓN CON MATÍAS ROSSI EN TOYOTA</b>
"Debuté como Invitado del Chiqui García en el equipo oficial Ford, veníamos quinto hasta faltando pocas vueltas, ahí apareció un problema eléctrico. Después no podía creer cuando en 2007 me llamaron de Toyota, Fontana era mi compañero y me abrió las puertas en todo sentido, me acortó mucho camino. En 2008 ya tuve una gran carrera en San Juan que me dio impulso y en 2012 pude pelear mano a mano con Matías y Pernía por el campeonato".
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"Con Matías Rossi me llevé muy bien, es muy profesional. Ese 2012 me ganó muy bien el campeonato", recuerda Werner, aunque dejó en claro que no fue lo mismo a partir de una competencia en 2013. "En Mendoza el equipo decidió que el que pase adelante en la curva 1 se mantenía primero, pero después Matías me pasó y nos tocamos. A partir de ahí ya no estuvo la confianza y la unión de los dos para el equipo".
<b>LA DURA VISIÓN DEL SÚPER TC2000 Y LOS ELOGIOS AL TN</b>
"Al Turismo Nacional siempre lo respeté, es increíble llevarlo con la puntita de los dedos, siempre admiré a los pilotos de la categoría. No hay que tocar nada, han dado en la tecla con los autos y el nivel de las marcas", destaca el campeón 2017 de la Clase 3. Y respecto a ese título, lo define como "un desahogo", ya que arrancó dicha temporada cumpliendo la suspensión en el Turismo Carretera.
En este 2020 ya no formará parte del Súper TC2000, y Werner resalta que "un Súper TC2000 es el de la era anterior. Era muy rápido, con velocidad de curva y muy buena potencia. En la era turbo fue todo muy complejo, el motor tiene muy buena potencia de abajo, pero sin cargas le dio una sensibilidad muy fea al piloto. El motor no es lindo para manejar y en Argentina el ruido es lo primordial". Pero destaca que "vuelvan a tener carga es lo mejor para el piloto".
<b>LAS DEFINICIONES DE CAMPEONATO CON CANAPINO Y ROSSI</b>
Aquella del 2010 se recuerda porque Mariano Werner fue el que más puntos sumó, sin embargo no logró ganar, y por ello Agustín Canapino fue el campeón. "Entre a la Copa con lo justo y después hice un gran torneo. Perdí una carrera clave en Paraná cuando Altuna me ganó en la serie por una centésima. En Buenos Aires el viernes hice la pole, pero el sábado se mejoraron los tiempos y en mi caso no fue así. El domingo fui para adelante, lo pude pelear a Canapino, pero faltó ganar".
El cierre de la temporada 2016 en La Plata también quedó en la historia, por la dura lucha en pista con Matías Rossi y ese golpe final que dejó a los dos retrasados, y al entonces piloto de Chevrolet sin la posibilidad de ser campeón. "Tuve un gran año con un reglamento inferior. En La Plata me tiré por afuera en la primera s y Matías me dejó sin pista, me llevó a la tierra, ahí quedé lejos. Después veo a Matías complicado, salí mejor para la última curva y veo el hueco por adentro, me tiro y cuando toco la tierra lo terminé complicando. Busqué salvar la situación, lo compliqué y le arruiné el campeonato".
<b>SER REFERENTE DE FORD Y EL SUEÑO DE SER CAMPEÓN</b>
"No pienso en ser referente de Ford. No me fijo quien y como quiero ser. Me gusta correr, ganar, aprender y andar rápido. Siempre hago un análisis después de las carreras y cuando gano no me detengo en los festejos. Pienso que en 14 días tengo que rendir otro examen", así vive y lo pinta tal cual es a Mariano Werner, quien se mira para adentro y deja con total sinceridad su pensamiento: "no me reclamo nada porque siempre di todo, aunque muero por ser campeón".