El momento llegó y Juan Martín del Potro lo aprovechó de la mejor manera. El tandilense volvió este martes al circuito después de 11 meses de inactividad tras una operación de muñeca y en la primera ronda del ATP 250 de Delray Beach aplastó al local Denis Kudla, número 59 del mundo. Fue 6-1 y 6-4 en una hora de partido.

El ganador del Abierto de los Estados Unidos de 2009 tuvo una destacadísima actuación en su regreso en el que se lo vio entero físicamente y con un tenis intacto. Lo más importante para él era poder jugar sin dolores, terminar el partido y si le tocaba ganar, pensar en el próximo partido. Y parece que esos tres deseos se le cumplieron.

El primer set fue un trámite para él. En apenas 24 minutos despachó a Kudla, de buen ránking, pero con pocas victorias resonantes (la más importante fue ante Pablo Cuevas, 23 del mundo, en Wimbledon 2015). Fue un 6-1 a pura contundencia con su saque. Aunque apenas logró meter el 55% de sus primeros servicios, casi todas las veces que logró ejecutarlo se llevó el punto (10 de las 11 que entraron). Y no dejó pasar los errores de su rival. Le quebró tres veces para sellar un parcial redondo.

En el comienzo del segundo, el argentino volvió a quebrar y consiguió una ventaja que sería clave para el set. Con el 3-2 a su favor y el saque, Kudla lo puso en aprietos con un 15-30. Pero Del Potro salió con un ace y tres puntos consecutivos para seguir con la distancia. Finalmente sería 6-4 manteniendo su solidéz en el saque y sin darle chances de quiebre a su rival.

El último partido del tandilense había sido el que perdió ante Vasek Pospisil en marzo de 2015 en Miami, el Masters 1000 que se jugará luego de Delray Beach e Indian Wells. Su próximo rival será el australiano John Patrick Smith, proveniente de la clasificación, quien sorprendió al croata Ivo Karlovic (tercer preclasificado) por 6-3, 3-6 y 6-2.

El tandilense había sufrido una lesión similar a la que lo relegó hasta hoy, pero en la mano derecha en 2010 y la recuperación le demandó también una larga inactividad. Luego tuvo que operarse en tres ocasiones de la lastimada muñeca izquierda. Por eso, este retorno fue especial. Espera que haya terminado para siempre su paso por los quirófanos y los parates casi interminables. Ahora, como dijo el propio tenista, no quiere apurar los tiempos. Daniel Orsanic, capitán del equipo argentino de Copa Davis, estará atento a la reaparición y a la evolución del tandilense, aunque es prácticamente imposible que pueda estar en la serie de primera ronda cuando Argentina visitará a Polonia, entre el 4 y 6 de marzo, en la ciudad de Gdansk.