Vélez e Independiente disputaron este sábado un partidazo en Liniers, que terminó con un empate 3-3. En un estadio José Amalfitani que volvió a tener público, comenzó ganando el local, pero el Rojo lo dio vuelta. Sin embargo, el visitante se durmió en la recta decisiva del partido y el Fortín alcanzó un agónica igualdad.
La energía y vibración que bajaba de tribunas y plateas contagió adentro de la cancha y Vélez e Independiente salieron a jugar con mucha intensidad y vocación ofensiva. Alan Soñora dió el primer sacudón a los 5 minutos estrellando un tiro libre en el poste.Tanto frenesí y transiciones rápidas no demoró la llegada de los goles.
Festejó Vélez a los 12 minutos. Córner de Thiago Almada, cabezazo de Lucas Janson, tapada de Sebastián Sosa y el rebote le quedó justo a Juan Martín Lucero para definir. Un minuto más tarde igualó Independiente. Centro perfecto, desde la derecha, de Fabricio Bustos y frentazo exacto de Silvio Romero.
Independiente empezó a prevalecer porque marcó mejor en el medio, fue más certero y directo en sus ataques y no dio ventajas atrás. Así se fue al entretiempo en ganador. Centro de Alan Sonora, duda de Lucas Hoyos y segundo acierto de Silvio Romero, a los 30 minutos.
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El segundo tiempo no fue tan directo y frenético. Independiente, más pragmático, alternó momentos de aceleración y otros de enfriar el partido. Pero dió la sensación de tener el control.
Unas ráfagas de rebeldía de Vélez no alcanzaron para arrimarlo seriamente. Y el tercer gol de Independiente pareció sentenciar la historia. Ayrton Costa, desde el piso, definió ante Hoyos.
Pero el fútbol no tiene sorpresas y emociones. Y nunca está dicha la última palabra. Un remate de Thiago Almada acortó la distancia en el resultado a los 42 minutos.
Y este gol agrandó y empujó a Vélez. Que fue un aluvión. A los 47 minutos, Matías De Los Santos afirmó ese fervor empujando la pelota al 3-3. Un digno cierre para un partidazo.