Una situación insólita se dio en el segundo tiempo del clásico entre Olympique de Marsella y PSG, en el Stade Velodrome, por la Ligue 1. A los 72 minutos de juego, cuando Lionel Messi encabezaba un contragolpe en velocidad, un intruso saltó al campo e interrumpió la inspiración del argentino. Debió intervenir la seguridad para que el cotejo pudiera reiniciarse.
El delantero, con el dorsal N° 30, corrió desde la derecha al centro con el campo abierto y Gueye proyectándose por el carril, ofreciéndose para el centro o para llevarse la marca y propiciar el enganche de la Pulga hacia el centro para el remate. Sin embargo, Leo puso el freno, retrocedió y tocó hacia atrás, cuando tenía otras opciones. La respuesta a su actitud estaba en el aficionado que apareció desde atrás de uno de los arcos: el hombre se le acercó, lo tomó de uno de los hombros y le habló. Enseguida intervinieron los agentes, mientras el punta se alejaba de la escena.
A Leo, de 34 años, la situación le generó incomodidad y fastidio, dado que le cortó una acción potencialmente peligrosa, en un momento del partido complejo, dado que el PSG se había quedado con 10 hombres por la expulsión de Hakimi, a instancias del VAR.
<blockquote class="twitter-tweet"><p lang="es" dir="ltr">¡REALMENTE INSÓLITO! Un hincha burló a la seguridad, se metió dentro del campo de juego y frenó un avance de Messi en el Clásico entre PSG y Marsella en la <a href="https://twitter.com/hashtag/Ligue1xESPN?src=hash&ref_src=twsrc%5Etfw">#Ligue1xESPN</a>. ?? <a href="https://t.co/ss9VaE516Y">pic.twitter.com/ss9VaE516Y</a></p>— SportsCenter (@SC_ESPN) <a href="https://twitter.com/SC_ESPN/status/1452389571258376198?ref_src=twsrc%5Etfw">October 24, 2021</a></blockquote> <script async src="https://platform.twitter.com/widgets.js" charset="utf-8"></script>
El partido se jugó en una verdadera caldera, con los aficionados del Marsella generando un clima hostil para el PSG. Messi fue el más silbado a la hora de los anuncios de las formaciones. Y cada tiro de esquina fue una tortura para el conjunto visitante. De hecho, Neymar y Leo tuvieron que correrse en más de una oportunidad para esquivar la lluvia de proyectiles. En cada envío, agentes de seguridad, con escudos y redes, los rodearon para que los objetos contundentes no impactaran en su humanidad.
En el contexto de un encuentro intenso, de ida y vuelta, parejo, pero que ofreció dificultades para ambos elencos al momento de elaborar jugadas de riesgo, Mauricio Pochettino apostó por el cuarteto de estrellas conformado por Ángel Di María, Lionel Messi, Neymar y Kylian Mbappé, más Verratti por detrás de ellos. Sin embargo, la plena concentración de los orientados por Sampaoli impidió el cierre de varias acciones con aroma a gol.
La Pulga contó con dos chances favorables para convertir. Primero, a los 26 minutos, con un cabezazo franco, dentro del área chica, que no logró direccionar, le salió al medio y propició la atajada del arquero Pau López. La situación se dio tras un centro de di María que rebotó y desorientó a sus adversarios. Luego, con una combinación con Mbappé, muy parecida a la que terminó en grito ante el Manchester City, por la Champions League. Pero, esta vez, su remate se fue ancho.
Además, Messi le regaló dos asistencias ajustadas a Mbappé, una en cada tiempo. En una, no logró controlar con seguridad y se le fue larga, cuando llegaba a las barbas del arquero. En la otra, Saliba le arañó la pelota justo cuando se acomodaba para definir. Y en una jugada que podía resultar clave... El intruso se vistió del mejor defensor del Olympique de Marsella, para asegurar el 0-0.