Los playoffs de la NBA suelen traer el condimento que le falta a la fase regular. Cada pelota vale más, una derrota puede significar la eliminación y, en consecuencia, la tensión aumenta. Tanto que, a veces, los jugadores pierden el control.
Fue lo que sucedió este sábado en el tercer partido entre Milwaukee y Orlando. Los Bucks, mejor récord de victorias en la temporada, habían sido sorprendidos por el Magic en el arranque de la serie y eso llevó a que no pocos los miraran con preocupación.
Es que la derrota en el primer partido de postemporada se sumaba a sensaciones negativas que había entregado el equipo durante los ocho partidos de fase regular que se jugaron desde que la liga se reanudó en la "burbuja" de Disney.
Incluso, en aquellos duelos se vio a un frustrado Giannis Antetokounmpo que hasta había cabeceado a un rival.
<blockquote class="twitter-tweet"><p lang="en" dir="ltr">James Ennis and Marvin Williams got into it ? <a href="https://t.co/mHdXwjzDky">pic.twitter.com/mHdXwjzDky</a></p>— Bleacher Report (@BleacherReport) <a href="https://twitter.com/BleacherReport/status/1297233917989142530?ref_src=twsrc%5Etfw">August 22, 2020</a></blockquote> <script async src="https://platform.twitter.com/widgets.js" charset="utf-8"></script>
Esta vez, las cosas fueron más allá: el partido promediaba el segundo cuarto, la diferencia para los favoritos ya era amplia -casi 20 puntos. y la búsqueda de un rebote como cualquier otro se les fue de las manos a Marvin Williams (Milwaukee) y James Ennis III (Orlando).
Terminaron a los empujones, con el de los Bucks sosteniéndolo de la camiseta con una mano como si estuviera por darle un golpe con la otra, uno de los árbitros interponiéndose y hasta un miembro del staff cayendo al piso por un sacudón del hombre del Magic.
Ambos jugadores fueron expulsados y todo pareció quedar ahí, aunque eso no sería todo: el partido guardaba más emociones intensas.
<blockquote class="twitter-tweet"><p lang="en" dir="ltr">A frustrated Brook Lopez throws a chair down the hallway. <a href="https://twitter.com/hashtag/BobbyKnight?src=hash&ref_src=twsrc%5Etfw">#BobbyKnight</a> <a href="https://twitter.com/Bucks?ref_src=twsrc%5Etfw">@Bucks</a> <a href="https://twitter.com/NBAonTNT?ref_src=twsrc%5Etfw">@NBAonTNT</a> <a href="https://t.co/fGgyrqbaEb">pic.twitter.com/fGgyrqbaEb</a></p>— Truth isn't truth. (@AlumniUSC) <a href="https://twitter.com/AlumniUSC/status/1297236216614723584?ref_src=twsrc%5Etfw">August 22, 2020</a></blockquote> <script async src="https://platform.twitter.com/widgets.js" charset="utf-8"></script>
Apenas un par de minutos después, Mike Budenholzer, entrenador de Milwaukee, decidió el ingreso de Robin Lopez, que entró para reemplazar a su hermano mellizo, Brook.
Sin embargo, pese a que el equipo dominaba con tranquilidad, al pivote no le gustó nada tener que salir de la cancha. Por eso, en lugar de ir a sentarse con el resto de sus compañeros se alejó en dirección -parecía- a la salida.
¿Y qué hizo? ¡Tomó una silla y la revoleó detrás del pasillo! Tan insólita como esa reacción inicial fue la siguiente: volvió como si nada hubiera pasado a, ahora sí, tomar su posición en el banco. Parece que sólo necesitaba descargar.
<blockquote class="twitter-tweet"><p lang="es" dir="ltr">Brook Lopez y el odio a las sillas, parte 2 ?<a href="https://t.co/UxEu2KtLAo">pic.twitter.com/UxEu2KtLAo</a></p>— Isolation (@IsolationNBA) <a href="https://twitter.com/IsolationNBA/status/1297247585506402306?ref_src=twsrc%5Etfw">August 22, 2020</a></blockquote> <script async src="https://platform.twitter.com/widgets.js" charset="utf-8"></script>
Pero también parece que no le resultó suficiente. Porque en un minuto pedido por uno de los entrenadores, y no conforme con su rendimiento hasta entonces, volvió a desquitarse con una silla.
Esta vez no la tiró hacia ningún lado, pero la pisó y le pegó una patada. Sábado caliente para el pivote. Finalmente, Milwaukee se llevó el triunfo 121-107 y dio vuelta la serie, que ahora gana por 2 a 1.