La intendenta Isa Castagnino dio cuenta de su preocupación por la pronunciada bajante del río Paraná, a la altura Victoria, que pone en riesgo el suministro de agua potable en la ciudad.

Cabe aclarar que a través del Decreto Nº 3.008, el Poder Ejecutivo provincial declaró a Victoria en estado de emergencia ambiental e hídrica. Se autorizan contrataciones directas para responder a las necesidades derivadas de la bajante del río Paraná y la alteración de los cuerpos de agua. Asimismo, se crea un Comité para planificar y coordinar medidas de mitigación ante la crisis en la comunidad de Victoria.

Castagnino, en diálogo con el programa Hermosa Mañana, que se transmite por FM 98.7 y el streaming de Elonce, expuso sobre estudios y consultas realizadas desde que asumió la gestión para trabajar en tareas paliativas y a largo plazo a fin de resolver la crisis de abastecimiento del vital recurso para el suministro de la población de Victoria.

“La planta potabilizadora trabaja más que al 100% con un costo muy elevado de insumos, porque la mayoría son importados”, expuso la mandataria municipal. Y agregó: “La toma de agua es muy antigua, tuvo sus reparaciones y se incorporaron maquinarias, pero debemos captar el agua cruda desde más lejos, que está unido a lechos de arroyos y lagunas, por lo cual, la potabilización es mucho más costosa y demanda más tiempo”, explicó.

El río Paraná, a la altura de Victoria, este miércoles se encuentra en 1.43 metros, “pero el caudal llegó a estar por debajo del metro”. “Siempre estamos en riesgo”, sentenció.

En la oportunidad, Castagnino comunicó que viajará a Buenos Aires, a la sede del organismo de Vías Navegables, “para tener voz cuando se trate el dragado frente a nuestras costas”.

Es que el dragado del canal principal del río para mantener los 34 pies de profundidad contribuyó a taponar las bocas que alimentan las lagunasde donde la ciudad de Victoria saca agua para potabilizar y distribuir a la población.

“Actualmente, está en 34 pies, y si bien es una fuente comercial muy importante para la región, deben cuidarse y mantenerse los ingresos a Victoria, porque la ciudad perdió los canales de navegación cuando se construyó el puente Rosario-Victoria y nunca se cerró el canal de servicio que se hizo”, expuso la intendenta. De hecho, anticipó que “reclamará el cierre del canal de servicio y, como un compromiso de gestión, que el río se mantenga canalizado”.

“Hay pequeños islotes frente a la costanera de Victoria, los pescadores no tienen forma de ir en busca de su sustento y son más de mil familias las que viven de la pesca artesanal”, fundamentó la mandataria municipal.

Finalmente, repasó que la gestión anterior recibió casi 90 millones de pesos para el recambio de cañerías en el casco histórico de la ciudad. “Pero ese dinero no se usó y el ENOSHA nos intimó a devolverlo; ahora que el ente está por disolverse, insistiremos para que el organismo que se haga cargo de esa función, contemple a Victoria para hacer los recambios de cañerías”, indicó Castagnino.