Una mujer y su hija menor de edad fueron atacadas a puñaladas este lunes en el centro de Londres por un hombre que fue retenido por un guardia de seguridad y luego arrestado por la Policía, y según los primeros informes no tendría ningún vínculo con las víctimas.

El ataque ocurrió en Leicester Square, una transitada zona turística y comercial. Según testigos, un hombre joven vestido con jeans y una remera negra inmovilizó a la menor de 11 años con una llave y comenzó a apuñalarla, reportó Sky News. También hirió a la madre de la chica, de 34 años.

El agresor fue desarmado y retenido por un guardia de seguridad y otros empleados de la zona que escucharon los gritos. La Policía, que llegó minutos más tarde y detuvo al hombre, informó que no busca a otros sospechosos y descartó que el hecho se relacione con un ataque terrorista.

"Este es un incidente horrible y nuestros pensamientos están con las víctimas y sus familias. Continuaremos brindándoles apoyo durante los próximos días y semanas", aseguró la detective superintendente en jefe, Christina Jessah. También destacó la actitud de los vecinos que "intervinieron valientemente".

La Policía Metropolitana informó que las dos mujeres fueron trasladadas a un centro de salud. La menor necesitó tratamiento médico pero sus heridas no presentaban riesgo de vida, mientras que la madre sufrió lesiones menores.

El héroe en la escena

"Escuché un grito, salí y vi que un tipo tenía un cuchillo. En el momento en que lo vi, salté sobre él, le agarré la mano... lo puse en el suelo y le di una patada al cuchillo para alejarlo", explico a la BBC. El atacante había apuñalado primero a la mujer y, tras agarrarle por la cabeza, a la menor.

Abdullah se ha convertido ahora en el gran héroe. El hecho de que sus raíces sean extranjeras resulta tremendamente simbólico en plena ola de violentas manifestaciones racistas llevadas a cabo por grupos de extrema derecha.

En los últimos años han aumentado los casos de ataques con arma blanca en Londres, sobre todo de jóvenes. Pero fue el apuñalamiento del pasado 29 de julio en la tranquila localidad costera en Southport, donde murieron tres niñas, lo que desencadenó los disturbios.