La semana pasada se estrenó “Una muerte silenciosa”, la nueva película de Sebastián Schindel. En la misma Joaquín Furriel se empeña en descubrir qué hay detrás de un aparente accidente fatal. Soledad Villamil y Alejandro Awada lo secundan.

Además de estos destacados actores, uno de los que forma parte del elenco es el paranaense Gonzalo Garrido. Durante el programa Entrevistas de Elonce contó que tomó la decisión de irse a vivir a Buenos Aires en busca de su sueño y manifestó que desde chico le apasionó la actuación. “Sabía que era lo que me gustaba y si me quería dedicar a esto el camino era seguirlo en Buenos Aires, por eso me vine para acá a los 20 años. La actuación me apasiona”, recalcó.

Reveló que desde pequeño se grababa con una cámara y simulaba que hacía alguna publicidad. Mi familia siempre me inculcó mucho el arte, mi mamá siempre tuvo cámaras de fotos y videos. Tuve un gran apoyo de mi familia y creo que eso es importante”, enfatizó.

El casting y su personaje

Sobre cómo llegó a participar de este filme, reveló que “vi la convocatoria que era pública. Buscaban chicos de entre 16 y 18. Yo tenía 22 o 23 en ese momento. mandé igual porque me dicen que aparento menos. Fueron como tres o cuatro meses de casting. Ibas pasando instancias y cada vez quedaban menos actores. Fue un proceso muy largo que se disfrutó y sufrió mucho”.

“Mi personaje se llama Julio, tiene 16 años, es como el más agrandado, porque hay tres adolescentes en la ficción. No tiene padres, solamente vive con la abuela y la ayuda en el almacén. Es el único de los chicos que trabaja y ya fuma”, adelantó.

Expresó que “la película te muestra una realidad muy distinta, partiendo de que ya manejan armas. Es muy chocante ver un chico de 16 años que manejan armas. La película arranca con una escena en la que mi personaje le está vendiendo un arma a otro chico de 16 años que se la quiere regalar al padre”.

“Es otra época, ambientada en los años 80. Tiene mucho que ver eso, grabada en un pueblo chico, donde todos se conocen y ocultan un secreto”, explicó.

Su relación con Furriel

Destacó que “pegué muy buena onda” con Furriel, quien se hizo el tiempo para ayudarlo en una de las escenas que tenía que protagonizar. “El director me dejó que él me dirigiera, me diera una mano. Se preocupa por la película en general, se la cargó al hombre y fue un honor compartir estas grabaciones con actores de primera línea”, resaltó el joven actor paranaense.

Una Muerte Silenciosa: detalles del thriller que tiene la Patagonia como escenario

Protagonizada por Joaquín Furriel, junto a Soledad Villamil y Alejandro Awada, la historia se filmó en la localidad patagónica de San Martín de los Andes, un entorno gélido que se convierte en un personaje más de esta inquietante trama.

El relato sigue a Octavio (Joaquín Furriel), un guía de caza en el sur argentino, que se enfrenta a la desesperada búsqueda de respuestas sobre la muerte de su sobrina, Sofía. La joven es encontrada muerta por un disparo en el coto de caza donde Octavio trabaja, desencadenando una serie de eventos que pondrán en duda las relaciones entre los habitantes del pueblo. La tragedia ocurre una noche fría, cuando Sofía y otros adolescentes se adentran en el bosque, y un disparo irrumpe en la oscuridad. Mientras Octavio, junto con Klaus (Alejandro Awada), su amigo y terrateniente local, intenta desentrañar el misterio, se enfrenta a una comunidad llena de silencios y secretos.

La película, ambientada en la Patagonia durante la década del 80, explora el aislamiento y las tensiones que surgen en un paisaje cargado de belleza pero también de misterio. La crudeza de la naturaleza patagónica, capturada de manera impecable por la fotografía de Guillermo Nieto, potencia la sensación de soledad y tensión que persigue a los personajes a lo largo de la trama.

Una Muerte Silenciosa no solo se destaca por su guion, escrito por Matías Lucchesi, sino también por la actuación de su elenco, con Joaquín Furriel interpretando a un hombre marcado por el dolor de una tragedia personal y obsesionado con descubrir la verdad. El resto del elenco, que incluye a figuras como Soledad Villamil y Víctor Laplace, contribuye a crear una atmósfera que mantiene al espectador al borde de su asiento.

Con una duración de 90 minutos y calificación apta para mayores de 13 años, Una Muerte Silenciosa llega como un thriller policiaco que conecta a la perfección con el estilo de los thrillers nórdicos, utilizando su escenario patagónico invernal para intensificar el suspenso y la oscuridad emocional de los personajes, describe el portal Lacar Digital.