Arnaldo González, mediocampista de Nueva Chicago, dejará el club. La dirigencia decidió no renovarle su contrato luego de los gestos antisemitas hacia la platea en el duelo ante Atlanta, en marzo, por la cual recibió 10 fechas de sanción, fue denunciado y se labraron dos actas contravencionales en su contra.
"Fue un antes y un después. En el club estaba muy cómodo, y me perjudicó porque quería seguir en el club, la gente se portó de 10 conmigo y tenía muchas ilusiones de seguir y finalizar de la mejor manera. Pero el error fue mío", expresó el ex volante de Patronato.
Cuando fue expulsado en aquel encuentro, el futbolista que vistió la casaca del Rojinegro en 2016, hizo gestos ofensivos hacia la platea de Atlanta, tocándose la cabeza simulando tener una kipá y también aludió a la circuncisión que normalmente identifica a los hombres que profesan la religión judía.
"Hicieron lo que tenían que hacer porque no me comporté de buena manera. Estaba a la vista que era indefendible, y no estoy enojado ni nada", agregó el Pitu.
En su momento, fue denunciado por la infracción a la Ley 23.592 (pena de un mes a tres años de prisión a "quienes participen en una organización o realicen propaganda basados en ideas o teorías de superioridad de una raza o de un grupo de personas de determinada religión, origen étnico o color"). También se labraron dos actas contravencionales por infracción a los artículos 103 y 106 del nuevo Código Contravencional de la Ciudad de Buenos Aires (sanción con multa de 10 mil a 50 mil pesos o un arresto de 5 a 30 días).
Además, el oriundo de Quilmes recibió 10 fechas de suspensión, aunque apenas pudo cumplir una por el parate por la pandemia del coronavirus. "Por suerte me han llamado varios equipos, pero siempre está el tema de la sanción de 10 partidos, que me quedan por cumplir 9. Tengo que tratar de resolver el tema porque si no va a estar complicado conseguir un club", dijo.
"Le di mi palabra al Presidente de que quería seguir un año más porque estaba metido en ascender. En ningún momento se me cruzó por la cabeza irme, yo le daba la palabra de que iba a cumplir el contrato. Pero entiendo el enojo", sentenció González.