El partido del miércoles por la noche frente a Aldosivi, en Mar del Plata, iba a marcar el debut de Wanchope Abila y el regreso de Carlos Tevez a Boca después de su opaca temporada en el fútbol china. Sin embargo, lo que iba a ser una noche especial se convirtió en una jornada de clima complicado, luego del escándalo que se desató por las denuncias de violencia sobre los colombianos Wilmar Barrios y Edwin Cardona .
Después del entrenamiento del miércoles por la mañana, se supo que ninguno de los dos principales implicados viajarán, en la denuncia de agresión que realizaron dos mujeres durante una fiesta en un edificio de Puerto Madero. Tampoco acudirá Frank Fabra , que aparece como testigo de lo sucedido junto al juvenil arquero Manuel Roffo.
La denuncia encendió el descontento de varios dirigentes y de algunos referentes del plantel. Ayer, el presidente de Boca, Daniel Angelici , ya había advertido: "Si se confirman los rumores, no nos va a temblar el pulso para actuar de la manera correcta". De todos modos, va a esperar para corroborar la veracidad de la denuncia, y si la causa avanza contra los jugadores, tomará una determinación. Y en el peor de los casos, no se descarta la rescisión de los contratos.
Más temprano, el abogado defensor de Cardona y Wilmar Barrios, Miguel Ángel Pierri descartó la denuncia por violencia de género contra los dos colombianos.
"No le doy ningún valor al audio que está circulando. Quiero aclarar que esa persona masculina (la mencionada en un audio que complicaría a los jugadores) no es Cardona y tampoco Barrios. Es fácil de comprobar. Comparen esa voz del audio con la entrevista que al mediodía de ayer le hizo Niembro a Cardona. No tienen nada que ver las voces", explicó Pierri en declaraciones al programa Buena Gente, de radio Provincia AM 1270.
Pierri dio detalles del caso y se preguntó "¿por qué las señoras, que se vieron con los jugadores por primera vez el sábado, volvieron de nuevo el domingo y por qué la denuncia recién la hicieron el martes?". El abogado se negó a hablar de una posible "extorsión", pero sí insistió: "El hecho no existió". Y agregó: "El edificio tiene cámaras registro de entradas y salidas, con hombres de seguridad en la puerta. Ellos no notaron nada anormal tampoco".