Todo el fútbol argentino estuvo pendiente del regreso de Patricio Toranzo. El Pato no había jugado desde el accidente que sufrió junto al plantel de Huracán en Venezuela, en febrero. El volante fue uno de los heridos graves, junto al delantero Diego Mendoza. El futbolista perdió tres falanges del pie derecho, y hasta se temió que no podría volver a jugar al fútbol.
El técnico, Eduardo Domínguez, lo mandó a la cancha a los 33 minutos del segundo tiempo del partido ante Unión (1-1), en lugar de Montengro. Los aplausos y las ovaciones de la tribuna fueron inmediatas. El DT le dio un beso, una palmada y el Pato entró a la cancha. Recibió un abrazo del Rolfi y se mostró suelto, hasta tiró un taco. Se notó que lo buscaron los compañeros. Ellos también se emocionaron.
Patricio lloró al final del partido y declaró: "Siento mucha emoción. Estuve tres meses tratando de ser fuerte de la cabeza, con mi familia, esto un premio al esfuerzo. Siempre creí en mí, en los médicos de Venezuela y de Argentina. No soy de quebrarme, pero esto fue muy fuerte. Volver a pisar la cancha de Huracán, con toda la gente, mis amigos están acá. Me voy a preparar para volver mejor y ayudar a mi compañeros".
"Me pasó por la cabeza que no jugaba más, que me iban a cortar el pie. Hay cosas que conté y hay cosas que me llevo al cajón, seguramente con la bandera de Huracán. Mis compañeros me hicieron sentir a pleno, quería jugar todo el partido, para mí es el partido de la vida. Ahora hay que disfrutar, saber que lo que me pasó es una muestra de fortaleza. Pude salir adelante", agregó.
Y se acordó de Mendoza. "Le mando un saludo a Diego, yo quería volver con él. Son diferentes lesiones. El también está haciendo el esfuerzo, vamos a seguir juntos, esto también es para él, que la pasó mal".