Lucas Bernardi no podrá negar la preocupación por la disparidad de rendimientos mostrados en sus dos cotejos al frente de Newell's. De un equipo con el alma de Martino frente a Racing, a otro desconcentrado y tibio en el empate 0-0 contra Tigre. En el José Dellagiovanna, el Matador hizo los méritos, pero no pudo darle un topetazo a una Lepra que se mantuvo de pie como pudo.
Con un Sebastián Rincón intratable que volvió locos a los defensores rivales, el dueño de caso tuvo las chances más claras del compromiso. Lo llamativo en esto se dio en que quien tuvo la posesión fue Tigre, en contraposición a las ideas de juego que a priori hacían creer que los de Bernardi serían los que buscarían tener el dominio de la pelota.
El colombiano comenzó el partido desbordando a Marcos Cáceres y dejándole servido el gol a Facundo Sánchez, que remató al palo. La artillería rosarina sólo se puso en movimiento cuando Ignacio Scocco encontró huecos para hacer pesar su calidad. Algunos remates desde afuera del área que controló Sebastián D'Angelo, fueron los únicos avisos de los suyos.
En el complemento, que fue un sinónimo del primer tiempo, lo más destacado llegó cuando Nacho se metió adentro del área del Matador y el arquero lo taló, aunque Ariel Penel consideró que no fue penal. En la jugada siguiente, Hernán Villalba se ganó la segunda amarilla y la consecuente expulsión.
Toda esa situación pareció levantar la moral de los de Bernardi, que fueron en búsqueda del triunfo, con dos remates que protagonizaron Figueroa y Cáceres, siempre ante la buena respuesta de D'Angelo. Igualmente, la reacción llegó en el epílogo del partido por lo que no alcanzó para opacar la mala imagen que se había generado en todos los minutos anteriores.
La preocupación con esta actuación llega al tener el clásico contra Rosario Central en la mira: la próxima fecha se enfrentarán en el Marcelo Bielsa, donde el dueño de casa intentará cortar la racha de seis partidos sin alegrías contra su acérrimo rival.