En San José de Metán, en la provincia de Salta, un niño de 13 años abrió su propio laboratorio de reparación de teléfonos celulares, convirtiéndose en un ejemplo e inspiración para muchos. Martín Rojas, estudiante de séptimo grado en la escuela General Manuel Belgrano, también practica deportes, habla inglés, canta y toca varios instrumentos musicales.
“Tincho Fix Cellphone”: Un taller con pasión
Su pequeño taller, llamado “Tincho Fix Cellphone”, se encuentra en la avenida Mitre número 9, antes de llegar a la avenida 9 de Julio. “Todo comenzó cuando había ido a Salta capital a un laboratorio en el que arreglan celulares y me interesó mucho, por eso le dije a mi papá que yo quería aprender eso. Luego comencé a hacer un curso para capacitarme en Jujuy. Después me dieron el certificado de microelectrónica y microsoldadura en reparación de dispositivos móviles,” relató Martín en una entrevista con El Tribuno.
El joven emprendedor se mostró agradecido con su comunidad: “Ya me comenzaron a traer trabajos los vecinos de Metán y estoy muy agradecido por eso. Estoy feliz porque pude abrir mi propio negocio con la ayuda de mis padres. Hago cambio de módulo, de pin de carga y reparo botones, entre otras cosas. Arreglo cualquier tipo de celular, desde el más común hasta un iPhone,” expresó Tincho con una confianza y personalidad admirables para su corta edad.
Apoyo familiar y de la comunidad
Martín es hijo de René Rojas y Lorena Toledo, y es el segundo de tres hermanos. “Puedo reparar celulares y todo lo que necesiten, como por ejemplo, linternas, parlantes y auriculares. Mi sueño es poder montar un laboratorio con todo el equipamiento. No estoy tan lejos de lograrlo; me falta un microscopio porque ahora tengo una lupa común y corriente, una básica,” destacó.
Con un enfoque empresarial, Martín afirmó: “Lo que gano lo voy invirtiendo. Guardo el dinero para comprar herramientas e insumos para seguir avanzando y que mi negocio crezca.”
El adolescente también se inspira en su padre: “Yo quería tener mi propio laboratorio, comenzar de a poco y seguir los pasos de mi padre porque me contó que cuando era chico salía a vender picolé y diarios en la calle. Yo quiero ser alguien en la vida y seguir sus pasos.”
Una inspiración para todos
Martín continúa balanceando sus estudios y pasatiempos: “Quiero laburar y ganarme lo mío. Mi sueño es que mi negocio pueda llegar a ser grande y tener gente trabajando conmigo. Siempre me sigo actualizando y aprendiendo en internet,” sostuvo.
La comunidad de Metán apoya a este pequeño técnico, que asombra por su capacidad y dedicación. “Lo de Martín a mí me emociona mucho porque soy su padre. Desde los cinco años comencé a enseñarle inglés y me di cuenta de que era muy inteligente, que es especial y que tiene un cerebro que capta todo con rapidez y facilidad”, comentó René Rojas.
“Hoy tiene su propio laboratorio de celulares porque fue su elección, es lo que le gusta y con mi familia jamás le exigimos nada. Es un chico muy respetuoso y estudioso; estoy muy orgulloso de él”, añadió su padre.
René Rojas también es un ejemplo a seguir, ya que recientemente se graduó como profesor de inglés a los 58 años y es conocido en el sur de Salta por su trabajo como comerciante, músico, locutor y periodista en diversos medios de comunicación. (Fuente: El Tribuno de Salta)