REDACCIÓN ELONCE
Leonardo Puzzle, un tatuador paranaense, se encuentra trabajando actualmente en Tánger, al norte de Marruecos, en un punto privilegiado frente a España y junto al mar Mediterráneo. Su arte ha cobrado una gran demanda en la región, lo que le ha permitido regresar a este país, que considera de gran riqueza cultural, para seguir desarrollando su carrera.
El paranaense este jueves estuvo en el Programa Hermosa Mañana que se emite por la FM 98.7 y el canal de streaming de Elonce y contó sobre su vida en el país africano
"Es la segunda vez que estoy acá", explicó, quien ya había pasado unos meses en Marruecos en una visita anterior. "La primera vez llegué a Rabat, después de enterarme de que un hombre estaba buscando tatuadores para trabajar", recordó.
Marruecos, según elk tatuador paranaense, tiene una profunda tradición en el arte del tatuaje, especialmente asociado a las mujeres. "Es una cultura muy antigua, ligada a la fertilidad y las mujeres. Con la llegada del Islam, esta tradición se fue perdiendo un poco, pero en algunos pueblos sigue muy arraigada", contó. Sin embargo, el tatuaje parece estar viviendo un resurgimiento, especialmente en zonas como Tánger, que recibe una gran cantidad de turistas cada año. "Poco a poco está volviendo. Aquí trabajamos mucho con turistas que buscan llevarse un recuerdo de Marruecos: camellos, paisajes, aves y demás", agregó.
El tatuaje en Marruecos tiene un enfoque único, que fusiona la tradición local con influencias modernas, y atrae tanto a turistas como a habitantes locales. Según Leo, en Tánger la vida gira en torno al dinamismo cultural de la ciudad, donde se hablan principalmente dos lenguas: árabe y francés. "Los marroquíes tienen una gran facilidad para los idiomas, es algo que sorprende mucho", destacó.
En cuanto a su experiencia de vida en Marruecos, describió un ritmo intensamente distinto al de su ciudad natal. "La vida aquí comienza desde las primeras horas de la tarde y sigue hasta la madrugada", comentó. A pesar de las diferencias culturales, el tatuador paranaense se siente cómodo en el ambiente. "Acepté venir aquí porque la persona con la que conecté fue sincera conmigo desde el principio. El tatuaje aquí se cobra caro, pero el nivel de vida es económico, salvo el tema del alcohol", agregó, mencionando que el salario promedio en Marruecos ronda los 1.600 dólares al mes.
Puzzle también explicó que su camino hacia el arte del tatuaje comenzó de una manera muy personal: "Empecé tatuándome a mí mismo para ir practicando. Con el tiempo fui perfeccionando mi técnica, y ahora llevo 14 años tatuando", comentó con humildad. En la actualidad, su trabajo es muy solicitado, tanto por turistas como por locales que buscan plasmar en su piel un pedazo de la rica tradición cultural de Marruecos.