Ante un estadio lleno, Talleres festejó el campeonato de la B Nacional, que significó el ascenso a la Primera División del fútbol argentino.
Casi 60 mil personas coparon el Mario Alberto Kempes, disfrutaron de la fiesta previa y el homenaje a los jugadores que devolvieron al Matador a la máxima categoría del fútbol.
Luces, banderas y una puesta en escena impresionante le dio marco a la celebración de Talleres, que volvera a estar en Primera luego de 12 años.
El recibimiento de su público, que verá a la T en la máxima división luego de 12 años, fue increíble, con todos los sectores de las gradas llenas y un aliento ensordecedor durante los 90 minutos.
Además, el equipo rival le hizo un pasillo cuando ingresó el campeón, como honor por el título conseguido la semana pasada ante All Boys en Floresta y los futbolistas cruzaron saludos en la previa a un duelo que tuvo un gran valor simbólico para el local.
Después de los festejos, se jugó el partido contra Brown de Adrogué. Fue 0 a 0 casi sin emociones, aunque dejó dos noticias: Pablo Guiñazú debió dejar el campo de juego por lesión, y además la T mantuvo el invicto.