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Stéphanie Frappart se convirtió en la primera árbitra en dirigir una final masculina de Europa

Entró a la historia por ser la primera árbitra en dirigir una final masculina, pero también por su actuación, más allá de los cuestionamientos por el adelantamiento de Adrian en el último penal.

14 de Agosto de 2019
Frappart amonestado al capitán de Chelsea.

La francesa Stéphanie Frappart entró a la historia por ser la primera árbitra en dirigir una final masculina de una competición europea. E ingresó de manera notable porque tuvo una destacada actuación en el duelo entre Liverpool y Chelsea por la Supercopa de Europa. Manejó el trámite del juego con solvencia la francesa y solo dejó una duda: ¿se adelantó Adrián en el último penal de la definición? ¿Debió ejecutarse de nuevo? El VAR no lo consideró.

 

Frappart estuvo acompañada por su compatriota Manuela Nicolosi, como línea número uno, y por la irlandesa Michelle O'Neill. Y ambas tuvieron participaciones brillantes: en el primer tiempo, la británica le anuló bien un gol a Christian Pulisic por off side; en la segunda etapa, la francesa señaló posición adelantada de Mason Mount, que había definido de manera magistral. Fueron dos acciones finas, pero resueltas de gran modo.

 

También Frappart fue protagonista de una jugada que la puso en el centro de la escena al sancionar un penal de Adrián a Tammy Abraham en el primer tiempo suplementario. ¿Fue penal? En las repeticiones se percibe un leve contacto entre el arquero y el atacante. Muy leve. A favor de Frappart: desde el VAR convalidaron el cobro sin necesidad de llamarla para la revisión.

 

Una cuestión para destacar fue el noble comportamiento de los futbolistas. Casi no le protestaron a Frappart y jugaron de manera leal. Un dato es curioso: apenas pitó 5 infracciones en la primera parte (en los 120 minutos fueron 22 con 3 amonestados).

 

Otra jugada que podría describirse como polémica fue una mano de Andreas Christensen luego de una chilena de Sadio Mané. La árbitra observó que el balón impactó en la mano del defensor, pero consideró que no era infracción porque estaba por delante del cuerpo. Es decir, si la pelota no rebotaba en la mano, lo hacía en el cuerpo. Fue acertada la decisión de Frappart. Incluso, recibió el okey del VAR.

 

Frappart es una árbitra muy considerada por la FIFA: dirigió la final del Mundial Femenino en Francia entre Estados Unidos y Alemania. Además, dirige regularmente partidos de la Ligue 1.

 

Pero Frappart no es la primera mujer en comandar un partido de hombres en competiciones de UEFA. El privilegio le corresponde la suiza Nicole Petignat, que el 14 de agosto de 2003 dirigió el duelo entre AIK Estocolmo y Fylkyr Reykjavik.

 

"Lo de Frappart es un gran paso para el fútbol femenino, no solo para el arbitraje", señaló Petignat, que también arbitró la final de la Copa Suiza de 2007.

 

Y analizó: "En las federaciones suiza, francesa o alemana, por ejemplo, la condición física era un problema. Las chicas no podían pasar las pruebas que eran exigentes. Ahora los criterios se han aligerado en Alemania y Francia, desafortunadamente todavía no en Suiza, por lo que las chicas pueden silbar más fácilmente los partidos de alto nivel. Y si no corremos lo suficientemente rápido en la acción, siempre estará el VAR, que es una gran ayuda".

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