Sociedad Para estar atentos

Siniestro juego de la Ballena Azul: Cómo deben actuar los padres para prevenir

Hay que controlar que los chicos no tengan lastimaduras. Y estar atentos a los cambios de conducta. Advierten que sacarles el celular o no permitirles utilizar la computadora es contraproducente. <i>Las claves a tener en cuenta</i>.

4 de Mayo de 2017

El macabro juego de la "ballena azul" que apunta a que adolescentes se autolesionen genera temor ante la aparición de los primeros casos en el país. Según los especialistas consultados por <i>Clarín</i>, el rol de los padres es fundamental para evitar que los chicos y los adolescentes terminen inmersos en este tipo de retos, que promueven adultos desde perfiles falsos.

 

<b>Fomentar un espacio de diálogo en el hogar y no prohibirles utilizar Internet son dos puntos centrales para prevenir</b>.

 

"Cuando un tema se instala tanto en los medios y las redes <b>es bueno hablarlo. Pero no hay que tirarles toda la información de golpe</b>. Los padres deben plantear sus inquietudes, preguntarles a sus hijos qué saben del asunto y, en base a eso, sumarles datos útiles y consejos", explica la psicopedagoga María Zysman. Y agrega que "si están conectados, con la tele de fondo o el celular en el bolsillo, hay que charlarlo" y que se debe <b>"adaptar el lenguaje a la edad del nene"</b>.

 

Para la experta, que es directora de la Asociación Libres de Bullying, <b>es importante crear un "ambiente de confianza"</b>, para que los chicos siempre sepan que pueden recurrir si quieren compartir algo que les pasa o tienen algún problema.

 

<b>Estar en contacto con otros padres también ayuda</b>. Zysman afirma que puede servir para que "le acerquen el mismo mensaje a sus hijos". Aunque aclara que "el diálogo entre los adultos debe ser en persona, no por whatsapp". "Pueden juntarse como lo hacen para charlar otros temas como el viaje de egresados o el consumo de alcohol en la adolescencia. Hay que fomentar el encuentro cara a cara para evitar las confusiones típicas que se suelen dar por chat", dice.

 

María Belén Rey, coordinadora general de la ONG Argentina Cibersegura, está de acuerdo en que es clave que "los adultos estén alineados y hablen entre ellos, para poner reglas en común y comunicarse frente a cambios de comportamiento". Además, remarca que <b>los chicos deben tener claras las consecuencias de este tipo de desafíos</b>: "Eso contribuye a que razonen. Hay que hacerles entender que estos retos pueden generarles serios daños en su salud".

 

La referente de la ONG insiste en que, aunque no sepan utilizar bien las redes,<b> los padres deben encontrar la forma de acompañar a sus hijos en el mundo virtual</b>. "Los niños tienen más facilidad para lo digital que los adultos pero eso no quiere decir que sean conscientes de todo lo que ocurre allí. El sentido común y la experiencia de vida del grande es necesaria. El consejo de no hablar con desconocidos también debe aplicarse a la web", sigue Rey.

 

<b>Supervisar al joven y estar atento a cambios de conducta</b> es otra de las indicaciones. "El juego seguramente va a repercutir en el niño, tanto física como anímicamente. Hay que fijarse si presenta variaciones en su actitud o si tiene en su cuerpo cortes, lastimaduras o moretones. También se recomienda chequear sus publicaciones en las redes sociales, ya que se les suele pedir que hagan mención a la ballena azul en Internet", añade Rey.

 

Por último, asegura que <b>sacarles el celular o no permitirles utilizar la computadora es contraproducente</b>. "El chico siempre encuentra la manera de acceder. Si los padres le niegan el uso de las redes en su casa lo va a hacer igual afuera y eso es peor porque lo va a ocultar", señala la experta de Argentina Cibersegura.

 

En este sentido, Liliana Verónica Moneta, psiquiatra y psicoanalítica infanto juvenil de APSA, advierte que "el autoritarismo de los padres resulta perjudicial". "Gritar, prohibir y castigar sin explicación cierra puertas de diálogo", suma Moneta. Y destaca que no cualquier niño ingresa a este tipo de juegos y que, en general, lo hacen aquellos que se encuentran en una situación muy vulnerable por lo que para prevenir "hay que contener a los chicos, apoyarlos y fomentar su autoestima".