Cordobés e hijo pródigo de Instituto de Córdoba, donde hizo todas las inferiores y debutó en Primera en 2005, Silvio Ezequiel Romero es pretendido para reforzar el ataque de River la próxima temporada.
Ahora en los Jaguares de México, el ex Lanús es una de las debilidades de Marcelo Gallardo, y los que alguna vez lo vieron jugar saben la razón. El Chino es un delantero de esos que no abundan. Juega al límite de la posición adelantada, marca muy bien las diagonales y tiene una envidiable tranquilidad para definir. Y es muy sacrificado por el equipo -algo que es muy importante para el entrenador de River-, ya que baja a tomar la marca cuando debe hacerlo y es siempre el primer defensor cuando la tiene el equipo rival.
La falta de gol en Núñez cuando se lesionó Lucas Alario prendió la alarma del Muñeco, quien piensa que el principal recambio que tiene que tener su equipo es el goleador. Romero ya conoce el fútbol argentino, sus presiones y la forma de juego, y encajaría perfecto en el esquema y la forma de jugar de la Banda.
El cordobés lleva ocho goles en quince partidos con los Jaguares esta temporada y el conjunto mexicano no piensa largarlo fácil, es por eso que el Millonario deberá hacer un esfuerzo para traerlo. Dos cosas son seguras: la primera es que el hecho de que Gallardo lo pida es una garantía de confianza tanto para los dirigentes como para los hinchas, y la segunda es que de concretarse, River sumaría un gran refuerzo que potenciaría mucho su calidad ofensiva.