Francia se había impuesto en la Ida ante Irlanda 1 a 0 y definía de local el Repechaje de clasificación al Mundial de Sudáfrica 2010. Pero en Saint Denis, la sorpresa: los irlandeses triunfaban por la mínima y llevaron la serie al alargue. Allí apareció en escena el gran Thierry Henry, quien sacó provecho de una bola quieta, se ayudó con un brazo y asistió a Gallas, autor del empate que debió haberse anulado pero fue convalidado por la terna arbitral.
Los medios de todo el mundo se encargaron de poner bajo la lupa la polémica entrada a la Copa en África y hasta se barajó la posibilidad de repetir el cotejo, aunque la FIFA dejó que todo siguiera como estaba y de hecho ratificó al juez sueco de turno (Martin Hansson) para la cita mundialista.
"Se podía llegar a un caso legal contra la FIFA por la forma en que nos sacaron del Mundial y también por cómo se comportó Blatter en el escenario, riéndose de nosotros. Ese día le dije lo que pensaba de él y hubo insultos, entonces llegamos a un acuerdo", declaró John Delaney, presidente de la Asociación de Fútbol de Irlanda en ese entonces. ¿Qué acuerdo? FIFA depositó en las cuentas irlandesas 5 millones de euros para que no llevaran más lejos su queja.
Está claro, la presencia de Irlanda no iba a redituarle tanto al organismo madre del fútbol como la de Francia, que más tarde haría un papelón deportivo en el Zona A y sería eliminado en el último lugar de la fase de grupos.