Neymar sigue lidiando con la mala suerte tras su regreso al fútbol. En su segundo partido con el Al Hilal, luego de una larga ausencia de 371 días por una grave lesión en los ligamentos, el brasileño volvió a sentir problemas físicos. En la cuarta fecha de la Champions de Asia, donde su equipo logró una victoria contundente de 3-0 sobre el Esteghlal, Ney ingresó en el complemento y, a pesar de deslumbrar con una jugada espectacular que provocó la ovación de los aficionados, su alegría fue efímera.
El delantero jugó apenas 27 minutos antes de experimentar molestias en el aductor derecho. La alarma se encendió en el minuto 85, cuando Neymar intentó controlar una pelota en el área rival. Después de un esfuerzo, se llevó las manos al rostro y se dejó caer al suelo, visiblemente dolorido. A pesar de los intentos de los médicos del Al Hilal para atenderlo, tuvo que abandonar el campo, dejando entrever su frustración y desilusión al lanzar sus canilleras y botines al suelo.
Afortunadamente, las primeras evaluaciones indican que esta lesión no está relacionada con la grave lesión anterior que lo mantuvo fuera de juego. Sin embargo, la situación es dolorosa para Neymar, quien había expresado su deseo ferviente de volver a jugar y su sufrimiento por estar alejado del campo. En una emotiva entrevista antes de su regreso, Neymar había declarado: "Lo que más amo en la vida es jugar al fútbol. Sufro cada día en el que no lo puedo hacer. Esto es lo que más me duele".
Este contratiempo también complica su futuro, ya que recientemente surgieron rumores sobre un posible traspaso al Inter Miami. Además, el Santos, su club formador, sueña con su regreso. Mientras tanto, Al Hilal, que ha tenido un buen desempeño en sus partidos, continúa su camino sin él. Desde la selección brasileña, también están pendientes de su recuperación, esperando que Ney esté listo para las próximas Eliminatorias Sudamericanas.
Ahora, el jugador deberá esperar los resultados de los estudios médicos para determinar la gravedad de la lesión y su tiempo de recuperación. La esperanza es que esta nueva dolencia no lo mantenga alejado de las canchas por un largo período, nuevamente.