Malas noticias para Sergio Romero en medio de la cuarentena que está cumpliendo con su familia en Argentina. Es que un grupo de vecinos lo denunciaron y ahora el arquero argentino debe desarmar un gigantesco parque de juegos infantiles que montó hace un año para sus tres hijas en el frente de su casa de Inglaterra, ubicada en el barrio de Wilmslow, Cheshire.

Según el diario The Sun, el jugador del Manchester United habría encarado la instalación sin ningún permiso de obra luego de que un funcionario local inspeccionara su hogar y opinara que era grande e impactante para "la escena de la calle y el vecindario".

La estructura tiene un valor de 23 mil euros y cuenta con un castillo de 3,6 metros de altura, un refugio de 4,2 metros y varios toboganes de 3,2 metros, entre otras cosas.

"No solo es demasiado grande, también es una seria distracción para los automovilistas que pasan" y "por lo general, se espera que dicha estructura se coloque en el jardín trasero" fueron algunas de las criticas que lanzaron los residentes de la zona en diálogo con el medio británico.