Este lunes tuvo lugar una audiencia preliminar donde el fiscal de Homicidios Dolosos Alejandro Ferlazzo presentó acusación contra el ex prefecto Mauricio Cristian Marionsini por el crimen de su madre Tamara, de 53 años, y la pareja de ésta, identificada como Silvio Martini, de 63 años. El hecho ocurrió en enero pasado en una casa ubicada en zona sudoeste de la ciudad de Rosario, y el funcionario adelantó que pedirá prisión perpetua para el acusado.

Según la acusación fiscal, la madrugada del 20 de enero se produjeron dos homicidios en el interior de la casa ubicada en la planta baja de Vera Mújica al 4800 en cuya parte delantera funcionaba un almacén que atendía Tamara Marionsini.

Ataque y muerte

Para la fiscalía, ese día, cerca de las 3, la mujer apagó la luz del local contiguo al comedor de la vivienda y cuando estaba traspasando la puerta que comunica ambos ambientes fue atacada con un cuchillo en forma intempestiva por su hijo.

La mujer cayó herida hacia el almacén y el atacante se fue corriendo hasta el dormitorio donde dormía Silvio Martini. Lo apuñaló mientras se encontraba indefenso en la cama, tras lo cual volvió hacia el almacén y continuó apuñalando a su madre y golpeándola. Luego la arrastró hasta el comedor mientras la mujer seguía con vida y volvió a atacar a Martini que había llegado a rastras hasta el comedor y continuó apuñalandolo.

Mientras ambas víctimas permanecían con vida, se dirigió hasta su madre y, con un elemento que no se precisó, la mató, después hizo lo mismo con su padrastro. Silvio Martini falleció por lesión vascular cervical y pulmonar izquierda grave por arma blanca, y Tamara Marionsini falleció por lesión vascular cervical y pulmonares graves por arma blanca.

Una vez cometidos ambos asesinatos, sacó dinero de la caja registradora, lo contó sobre la mesa del comedor y se llevó los celulares de las víctimas. Luego fue hasta su casa ubicada en la planta alta, se cambió de ropa y comenzó a limpiar la escena del doble crimen y el ocultamiento de los cuerpos, contó la fiscalía.

A Martini lo metió en una bolsa, lo arrastró cruzando el patio trasero de la casa hasta un jardín donde hay una pileta y lo dejó en un cuarto que hay en el lugar. Metió toda la ropa ensangrentada, incluida las sábanas, en el lavarropas y con el teléfono de su madre le mandó mensajes a los empleados para que no fueran a abrir el local pero la forma de escribir el texto llamó la atención.

Cerca de las 19 entró un llamado al 911 ya que los vecinos no veían a la mujer. Llegó personal policial hasta la casa y con la ayuda de una vecina entró a la propiedad mientras el sospechoso se escapó por la parte trasera de la vivienda saltando el tapial. Terminó arrestado cinco días después mientras deambulaba cerca de la estación de ómnibus e imputado por el doble crimen.

Acusación

“Tenemos registros fílmicos de casi la totalidad de la escena y de lo que pasó posteriormente. Creemos que fue un ataque que fue alevoso por la indefensión que tenían las víctimas”, dijo Ferlazzo al momento de la imputación y agregó que los ataques fueron de manera sorpresiva y sin posibilidad de defensa.

Este lunes se llevó adelante la audiencia preliminar donde el fiscal lo acusó por los delitos de homicidio calificado por el vínculo, por mediar un contexto de género, por ensañamiento y por alevosía respecto a su madre y homicidio calificado por ensañamiento y alevosía respecto a Martini además lo acusó por hurto agravado y adelantó que pedirá una condena a prisión perpetua.