Un 14 de septiembre de 1923, Luis Ángel Firpo perdió por nocaut en el 2° round contra Jack Dempsey, en el Polo Ground de Nueva York y ese día, ante 85.000 espectadores, se escribió una página fundamental en la historia del boxeo argentino. Fue por aquel controversial y sangriento combate que en Argentina se conmemora el Día del Boxeador.
Firpo tuvo un legítimo triunfo entre sus manos cuando sacó del ring al "Matador de Manassa", quien volvió recién a los 17 segundos y, dicen los que tuvieron presentes en el estadio, lo hizo ayudado por terceros. Sin embargo, el árbitro Jack Gallaher no decretó la victoria del juniense, que se hubiera consagrado campeón mundial pesado.
Luego de aquella presentación del "Toro Salvaje de las Pampas", en el país se permitió la práctica oficial de la disciplina, que hasta entonces estaba prohibida. <b>Elonce TV</b> dialogó con Wenceslao Mansilla en el club Paracao, donde lleva adelante sus actividades y se refirió a la fecha conmemorativa: <i><b>"Es un deporte es muy sacrificado, más allá de ser individual lleva una carga deportiva importante y exigente. A su vez, en lo social, tenes dejar muchas cosas para cumplir con la disciplina".</i></b>
"Peligro" contó sus inicios en la disciplina: "Desde la escuela primaria apuntaba al boxeo. A los 18 años empecé a entrenar en el club Ministerio con Roque Romero Gastaldo y a los 19 debute". Su estreno fue en Echagüe ante Daniel Cabiati, hoy conocido por ser una referencia entre los hinchas de Boca en Paraná. Mansilla ganó por puntos y la describió "como una linda pelea". La anécdota de aquella época fue que se expresaba con el bucal puesto y testigos del hecho le pidieron, entre risas, que se lo sacara para hablar. "Era por los nervios", confesó.
Respecto al deporte dentro de un ring, el púgil explicó que <b>"es como en la vida misma, se trata mucho de actitud, de lo que uno desea y del empeño que se le pone. No estoy muy distante del sacrificio que hago, a lo que hace una persona que estudia".</b> "Va de la mano de lo que uno quiere, es un deporte que hay que tener mucha pasión porque lleva sacrificios y tiempo. Lo que te acompaña en la rentabilidad no es lo ideal. Muchas veces te toca perder, entonces tenes que levantarte para seguir y entrenar con más fuerza, aprendiendo de los errores", afirmó el paranaense.
Al referirse a los golpes que recibió en el cuadrilátero, apuntó que <b>"físicamente no hay un golpe que duela en el boxeo.</b> El perder es un choque duro para cualquier deportista. Eso duele más que un golpe físico". El paranaense ha peleado en varios lugares de Argentina y también en el exterior, Francia, Australia y México. A su vez, destacó que en la actualidad, el mejor es Canelo Álvarez y "todos soñamos con enfrentarlo a él".
¿Es una actividad violenta? así lo explicó: "Uno cuando se enoja, muchas veces se descarga pegándole a algo porque te libera. Más allá de la violencia del deporte, <b>el boxeo no es violento.</b> Jugando al fútbol o rugby te vas a lastimar más que practicando boxeo".
También recordó a Roque Romero Gastaldo: "tenía cosas lindas para imitar y aprender. Él era muy paternal, le interesaba mucho como estabas como persona, más allá del boxeo. Para él, lo más importante era ser buena persona y no un buen boxeador".