Luis Scola es metódico y fanático del básquetbol. Todavía no concibe su vida fuera de una cancha aunque ya tenga 39 años. Por eso, quizás, había dudas en torno a su participación en los próximos Juegos Olímpicos. Y su deseo permanecía oculto, incluso para sus compañeros de la selección. Hasta que él mismo lo sacó a la luz.
"La idea en los últimos tres o cuatro años era ver si podía llegar a Japón. Ese fue el plan siempre. Y para llegar había que clasificar, y eso se hacía en el Mundial. No tenía un plan post Mundial si no clasificábamos. Si lo hacíamos, en cambio, tenía que buscar un buen lugar y así llegué a Milán. Mi objetivo es Japón, después veremos. Ese era el plan original. Hay un rumor que dice que voy a tener 40 años, yo estaba seguro de que no", contó el capitán entre risas.
"A no ser que pase nada raro... Pero, ¿qué puede pasar? A la que habría que preguntarle es a mi mujer, a Pamela, si ella dice que sí...", agregó Luifa, no sin antes reconfirmar que se preparará para Tokio 2020, donde podría repetir su condición de abanderado de Río 2016.
"No es igual al resto de los premios que pasan por algo en particular. Eso fue diferente, abarcaba toda mi carrera. Fue el logro más importante de mi carrera y hacerlo de nuevo sería lo mismo pero multiplicado por dos. Pero también es una buena oportunidad para que la pueda tener otro porque no hay muchos abanderados, se da cada cuatro años. No me voy a enojar si no lo soy y si lo soy voy a estar tremendamente contento", expresó.
En una extensa entrevista con el programa De acá en más (Metro 95.1), la afirmación que hizo no se puede pasar de largo, aunque no haya sido lo único interesante que dijo. El hombre que cuenta que le duelen "músculos que no sabía que existían" y que "los insultos en italiano" se los aprendió "en el primer día" en el Olimpia Milano -el club al que llegó después de la medalla de plata en el Mundial- es el mismo que afirma que, pese a lo que muchos piensan, no está en su mejor momento.
"En mi mejor momento jugaba en la NBA, con 35 minutos en cancha y 18 puntos de promedio, cosa que hoy no puedo hacer. Con los años uno pierde cosas. Es raro ver jugadores que jueguen con 45 años y yo tengo el mérito de haber envejecido bien y estar bien, mejor de lo que podrían pensar. ¿Qué me mueve?. Nada en especial, soy un jugador de básquet, es mi trabajo, me sale naturalmente. Sí me voy poniendo objetivos y metas a llegar, como ahora el Juego Olímpico. Pero lo hice siempre", reconoce.
Remarca, también, que "es imposible ganar si no te lo creés" y que eso aprendió la selección de Sergio Hernández en el Mundial de China. "Se logró que el equipo se crea que pueda ganarle a todos. Cuando llegamos al partido con España, nos creíamos mejores que España. Por eso, cuando termina el partido tenés que volver a tomar la perspectiva. La medalla de plata fue un logro espectacular", afirma.
Se encarga, asimismo, de aclarar afirmaciones que escuchó durante esa cita tan importante en la que Argentina consiguió el pasaje olímpico. Una, por ejemplo, fue la de la cancha que tiene en Castelli: "Primero, es un tercio de cancha. Pero no me la hice para el Mundial, la construí mucho antes de saber que iba a jugar este Mundial y que iba a estar jugando a esta edad. La uso todos los años para entrenar".
"Se dijeron muchas cosas que no son reales -continúa-. No vivía como Rocky, nada que ver. Sí es verdad que entreno mucho y ahí hace mucho tiempo. Pero eso que me construí la cancha especialmente e hice una preparacion entrenando a las 6 de la mañana no. Entrenaba a las 12 del mediodía y tenía una señora que me cocinaba, sí, siempre lo hago. Pero si yo entreno mucho ya, no hace falta que digas que entreno a las 6, estoy durmiendo a esa hora. No hace falta agrandarlo. Invierto mucho en mi cuerpo y en lugares para entrenar, gasto mucho dinero en eso, me cuido mucho en las comidas, todo eso es verdad".
Con Tokio como objetivo, lo que Scola no sabe es qué pasará después. Aunque deja un mensaje que conserva la ilusión de seguir viéndolo cerca de la Selección: "Me cuesta mucho imaginarme de cualquier cosa que no sea jugador de básquet. Lo cual es un problema grande, porque me quedan uno, dos, con toda la furia tres años. Después me quedan 40 más de vida. Fantaseo con muchas cosas. También me cuesta imaginarme un futuro lejos de la Selección porque estoy muy identificado, siento que lo haga va a tener cierta cercanía".
<b>"Nada le pasa a Messi con la Selección: consiguió lo mismo que nosotros"</b>
Luis Scola no da rodeos cuando habla ni cuando se le pregunta sobre temas a veces complicados. Sabe declarar y lo demuestra cuando se lo consulta por Lionel Messi: "Estamos desbordando elogios por una selección (la de básquetbol) que ganó una medalla de plata, que es lo mismo que ganó Messi. La gente evalúa con una vara injusta al fútbol. A Messi no le pasa nada, es lo mejor que tenemos como deportista".
"Es desagradable que te usen para criticar a alguien, ese elogio que viene con crítica oculta es desagradable. Te acepto y disfruto el elogio pero si lo usas para criticar a alguien gracias pero no quiero ese elogio, no lo siento de esa manera. ¿Por qué festejamos una medalla de plata que al otro deporte le criticamos? ¿Cuál es la vara? ¿Por qué tenemos que nosotros hacer menos que ellos para ser elogiados?", agrega.
<b>El abrazo con Ginóbili en China</b>
"Manu es un gran amigo mío, tiene muchísimo que ver con toda mi historia y mi carrera y con la historia de nuestro básquetbol. Lo mismo que si hubiese estado Chapu. Incluso tuve el mismo abrazo con Pepe Sánchez, con ese grado de emotividad. Jugamos un montón de batallas y saben lo que cuesta estar ahí. Hay cierta complicidad que podés tener con muy poca gente".