Luis Scola forma parte de una generación de deportistas formados, educados y muy inteligentes. Es de esos que entienden el juego en equipo, sin egoísmo y con una admirable humildad. Por eso su palabra es tan escuchada y reconocida. <b>Esta vez, tuvo su espacio en un sitio en el que escriben los atletas en los Estados Unidos y se despachó con un texto digno de un hombre como él. Habló de la historia de Manu Ginóbili y lo invitó a jugar en Tokio 2020. ¿Podrán estar los dos a los próximos Juegos Olímpicos? Soñar no cuesta nada</b>.

"Francamente, me alegro de que Manu finalmente anunciara que regresa para su 16ª temporada en la NBA. Porque ahora la gente dejará de preguntarme por él. Creo que es seguro afirmar que <b>Manu, es el mejor jugador de básquetbol que nuestro país haya producido. Pero aquí está la verdad: cuando era un niño, él era normal. Ni siquiera formó parte de nuestro equipo juvenil nacional", cuenta Scola</b> en el comienzo de su artículo, que se titula "Cómo jugamos al básquetbol en Argentina".

Agrega: "Manu tenía algunas contras a una edad temprana. No era alto. Era demasiado flaco. No era un prospecto en absoluto. Esta fue la generación dorada del baloncesto argentino, un grupo que ganaría una medalla de oro olímpica en el 2004. Oberto, Nocioni, Pepe Sánchez, Prigioni. Cuando todos empezamos a jugar juntos en 1996, <b>Manu no era lo suficientemente bueno como para formar el equipo 'A'. Se lo 'cortó' cuando tenía 15 años</b>".

<b>El gran salto</b>

Y recuerda el paso que la gran mayoría dio al ir a jugar al Viejo Continente: "Mientras algunos de nosotros comenzamos nuestras carreras en Europa, Manu se quedó en casa. Jugó para el club argentino Andino antes de ser cambiado a su equipo local en Bahía Blanca. Al principio, no jugaba mucho, <b>pero cuando saltó a la cancha los exploradores comenzaron a notarlo. Finalmente, un explorador de Italia lo llevó al equipo de segunda división Viola Reggio Calabria</b>".

Allí, según el Luifa, se dio el gran salto del cuatro veces campeón de la NBA. "Cuando Manu volvió a Argentina para unirse al equipo nacional, fue un jugador diferente. Se fueron todas las preocupaciones de ser el jugador más flaquito en la cancha. En cambio, regresó como el feroz competidor que conocemos hoy", contó el capitán del seleccionado.

<b>El desafío</b>

Juntos, Scola y Ginóbili conquistaron, entre otras cosas, la medalla dorada de los Juegos Olímpicos de Atenas 2004 y la de bronce en Beijing 2008. Además, compartieron el plantel de las ediciones de Londres y Río de Janeiro. Pero el jugador que acaba de firmar contrato con el Shanxi Brave Dragons, de China, <b>se ilusiona con compartir otra de las grandes citas con su amigo. Y no duda en chicanearlo: "Hablando de Manu 'Hey, ¿nos vemos en 2020 en Tokio?' Probablemente seas demasiado viejo para entonces, pero algo me dice que vas a sorprender a todos. No sería la primera vez</b>".

<b>Los pibes de 40</b>

Para llegar a Tokio, Argentina tendrá un duro camino. <b>Ya no habrá un Preolímpico americano, como venía ocurriendo hasta Río. Ahora, el pase se podrá conseguir en el Mundial de China 2019: siete irán directo, dos de ellos de América, los dos mejores ubicados al finalizar el certamen</b>. Si no clasifica en por esa instancia, habrá otra, ya que se jugarán cuatro preolímpicos en 2020, que les darán el boleto a los cuatro ganadores.

Y no será menos importante pensar en la edad que tendrán los dos mejores jugadores de la historia del básquet argentino, para el mes agosto de ese año. <b>Luifa estará en los 40 y Manu llegará a los 43. Entonces, ¿qué dirá el bahiense ante el desafío de su amigo? ¿Sorprenderá a todos como dice Scola? Habrá que esperar para saberlo</b>. Fuente: (Clarín).-