El festejo del gol, contra Unión, que permitió a Sarmiento de Junín romper una racha de ocho partidos sin ganar (con cinco empates y tres derrotas) llegó con algo de sufrimiento. La situación del equipo en la Primera División es complicada, especialmente ante la incertidumbre sobre cómo se jugará la próxima temporada, ya sea con 28 o 30 equipos, y la posibilidad de descensos y ascensos.

El 1-0 ante Unión, que perdió pisada frente a Vélez, fue una muestra del desafío que enfrenta el equipo dirigido por Israel Damonte. Para salir de esta situación, Sarmiento necesita victorias, no empates.

La fecha anterior había perdido en casa contra Central Córdoba, un rival directo, y se anticipaba que Unión, uno de los escoltas de Vélez, sería un adversario complicado en su camino hacia la salvación. Al Tatengue, por su parte, también le urgía ganar, ya que una derrota complicaría su lucha por el título.

El partido

El partido fue muy escaso en emociones y en fútbol. A lo largo de los 90 minutos, predominó la lucha, aunque hubo destellos de calidad de jugadores como el veterano Nicolás Gaitán y el joven Lautaro Vargas. Las ocasiones de gol fueron limitadas, y todo parecía dirigirse hacia un empate sin goles. Sin embargo, la historia cambió con el gol de Elías López, que llegó tras una serie de cambios que revitalizaron al equipo.

El gol se gestó a partir de una buena jugada colectiva por el sector izquierdo, donde participaron Gabriel Díaz y Valentín Burgoa, quien lanzó un centro que encontró a López, el lateral izquierdo, para marcar.

Hubo que esperar casi dos minutos para la revisión del VAR, que evaluó la posición de Díaz en la jugada. Una vez confirmada la validez del gol, el desahogo fue evidente, tanto en los jugadores como en los hinchas, quienes celebraron un triunfo crucial en la lucha por la permanencia en la máxima división.