Huracán superó como local a San Lorenzo por 1-0, en un partido correspondiente a la 24ª fecha del campeonato de Primera División. El Globo se quedó con el clásico después de cinco años y dejó en jaque el liderazgo del Ciclón, que mañana puede ser superado si Boca le gana a River.
El encuentro todavía no había arrancado y los jugadores ya habían protagonizado un altercado, como anticipando lo duro que sería el juego. Así empezó el choque, que con el correr de los minutos se convirtió en duelo de ida y vuelta apasionante en el Tomás Adolfo Ducó.
Los dirigidos por Eduardo Domínguez tuvieron la iniciativa frente a un rival que, ya es sabido, se siente más cómodo jugando de contra. La más clara del dueño de casa la protagonizó Ramón Ábila, quien luego debió retirarse lesionado, con una gran tijera que se estrelló en el travesaño.
El conjunto de Edgardo Bauza, más allá de no haber controlado la pelota como Huracán, daba la sensación de tener mayores certezas para lastimar. El palo también le negó el grito a San Lorenzo con el remate de Héctor Villalba, luego de un pase justo de Sebastián Blanco.
En el complemento las cosas no cambiaron demasiado hasta que llegó el único gol del partido. La única certera había sido un cabezazo de Daniel Montenegro en el punto penal que no pudo ser dirigido a un costado y terminó en las manos de un atento Sebastián Torrico.
A los 26 minutos, Patricio Toranzo sorprendió a todos con un tiro libre desde la derecha que mandó directo al arco cuando todo hacía pensar en un centro. El arquero del Ciclón en esa oportunidad reaccionó tarde y debió ir a buscar la pelota al fondo de la red.
La conquista golpeó a los dirigidos por Bauza, que en una ráfaga se quedaron con dos menos por explusiones. El primero fue Julio Buffarini, a los 31, por una dura barrida con los pies hacia adelante a Federico Vismara y luego, a los 34, Matías Caruzzo vio la roja por doble amonestación.
Con más ganas que fútbol, San Lorenzo tuvo una clara en los pies de Mauro Matos y no mucho más. Los nervios de Huracán en el cierre se hicieron presentes por no poder manejar como debía un trámite que le era muy favorable y sólo avisó con un tiro libre de Mauro Bogado que dio en el palo.
El pitazo final de Sergio Pezzotta desató la locura de los hinchas del Globo, que no ganaban el clásico desde el Torneo Apertura 2010. En el Ciclón se borró la euforia que había provocado el triunfo sobre Boca, que lo persigue a un punto y mañana tendrá la chance de alcanzarlo o superarlo.