Todavía dura la bronca en Racing por la eliminación de la Copa Libertadores, donde se fue del certamen en Cuartos de Final tras haber hecho un flojo papel en la Revancha ante Boca, que se impuso 2 a 0 y revirtió la serie que había comenzado favorable a la Academia por la ventaja por la mínima conseguida en Avellaneda, que de poco sirvió.
Más allá de los problemas futbolísticos que evidenció el equipo, que quedaron ante la vista de todo el mundo, se conocieron detalles de la previa del partido ante Boca, donde sumó otro capítulo el conflicto entre Diego Milito y Adrián Fernández, uno de los dirigentes de la Academia con el que el Príncipe está enemistado y lo llevó a alejarse del club.
Pasó que cuando la delegación de Racing llegó a La Bombonera y entró al vestuario visitante, Diego Milito se encontró con Adrián Fernández, que no tenía permiso para estar en esa zona, pero igual se las arregló para entrar en la intimidad del plantel. El mánager de la Academia discutió con él en una charla que fue subiendo de tono, buscó sacarlo de allí con gente de la seguridad y hasta se metieron Beccacece y algunos jugadores, que saltaron por Milito.
Como si esto fuera poco, la situación le generó al presidente Víctor Blanco un pico de stress, por el que tuvo que ser atendido en una clínica, según citó el Diario Olé, y le recomendaron una suerte de descanso después de semanas muy intensas con la salida de Milito, los octavos y cuartos de la Copa Libertadores y las elecciones en el club, de las cuales resultó victorioso y asumió un nuevo mandato.
Lo cierto es que este puede haber sido el último cruce entre Milito y Fernández, teniendo en cuenta que el exdelantero se alejará del club de manera formal en los próximos días, teniendo en cuenta que había manifestado que se quedaría hasta el final de la Libertadores. Lo que resulta una incógnita a esta altura es saber qué va a pasar con Sebastián Beccacece, que todavía tiene contrato vigente con la Academia.
Adrián Fernández forma parte de la Comisión Directiva de Racing desde el 21 de diciembre de 2008, el día que se confirmó el retorno a la democracia de la Acadé, comandado por el triunfo de Rodolfo Molina, quien arrasó en las urnas. En total se sostuvo a lo largo de cuatro mandatos, algo poco usual en la vida de los dirigentes deportivos de los clubes grandes. Siempre manteniendo, al mismo tiempo, su flota de taxis que recorren la Ciudad de Buenos Aires, como su ingreso principal, le dedica muchas horas al predio Tita y allí dice encontrar su lugar en el mundo, aunque en el último tiempo empezaron los dolores de cabeza y una interna muy fuerte en la que peligra su protagonismo y su toma de decisiones. Para una parte de las autoridades, Fernández es más prescindible que necesario y la fiel demostración de esta afirmación se dio, hace tres años, con la llegada de Gomis a la coordinación del fútbol amateur sin su autorización. Fue allí cuando empezaron algunos choques entre Fernández y la secretaría técnica que tres derrotas seguidas en la liga local, después de cuatro años, no pudieron disimular.
<b>Los dichos de Milito al renunciar como mánager de Racing</b>
"Intenté convencer al presidente de romper con antiguas estructuras que están instaladas en el club desde hace mucho tiempo y dejar atrás viejas políticas de los años '90, las cuales padecí. Esas de las chicanas, las de desestabilización, operaciones que son autodestructivas e innecesarias para nuestro club. Yo pretendo otro club: el de la evolución, la tecnología, los equipos de trabajo, la buena comunicación y vinculación con el mundo. El del crecimiento en infraestructura, el de conformar equipos competitivos que peleen cosas importantes y que la inversión no sea considerada un gasto", dijo entre otras cosas el Príncipe.