Ronaldo Nazario fue uno de los jugadores más resonantes del mundo hasta la irrupción de Messi y Cristiano Ronaldo. A base de una mezcla exacta entre técnica, potencia y cuota goleadora cautivó los corazones de los amantes del fútbol. De hecho, Barcelona, Real Madrid e Inter son los principales equipos en los que desplegó su talento. Sin embargo, algunas severas lesiones sumado a su gusto por las fiestas y el buen comer evitaron que su recorrido por el fútbol fuera aún mejor y más prolongado en el tiempo. "Sufrí dos lesiones gravísimas que me quitaron tres años de carrera", explicó.
Si bien estuvo en tres de las instituciones más destacadas a nivel internacional, el brasileño vivió varios conflictos con algunos de sus entrenadores. En ese sentido, sus máximas discusiones fueron con Héctor Cúper y Fabio Capello. "En el Real Madrid salí contra mi voluntad, porque empecé a tener muchos problemas con Capello. Si estaba 100 gramos por encima de mi peso me sacaba del equipo", comentó.
No obstante, el argentino se llevó los peores comentarios. "Cúper ha sido peor porque Capello al menos tiene una historia a sus espaldas. Pero Cúper ¿qué ha ganado?", tiró. Y agregó: "La única vez que hablé con Moratti [Presidente del Inter] le dije: 'Presidente, no puedo seguir con este entrenador. O le mandas a casa o me voy yo' y eligió a Cúper antes que a mí".
Ronaldo confesó que tuvo que recurrir a medicamentos para adelgazar antes de la Copa América de 1999, pero que le jugó una mala pasada. "Cada 10 minutos estaba en el baño de la habitación y me preguntaba '¿cómo voy a ir al entrenamiento? Entonces, tuve que entrenar con un pañal. Estaba haciendo un sacrificio para gustarle al entrenador", detalló sobre aquella anécdota en una charla con Marca.
Campeón del mundo con Brasil en Corea-Japón 2002, el hombre de 43 años aseguró que antes de ese partido no pudo dormir por miedo a sufrir convulsiones como antes de la definición en Francia 1998. "No quise dormir por miedo a que me sucediera otra vez. Lo agarré a Dida y le pedí que se quedara conmigo", sostuvo.
Además, contó detalles de las fiestas que armaba en su estadía en el conjunto de la capital española. "Mis fiestas eran muy buenas, incluso algunos se acuerdan más de ellas que de mis goles", tiró. Y redobló la apuesta: "La gente se las imagina, pero no tienen ni idea lo buenas que eran".