El entrerriano Lucas Robertone, quien se entrenó a la par del grupo con un protector por el corte en la frente vs. Argentinos (por esa lesión no pudo jugar contra Atlético Tucumán), contó detalles sobre la relación del plantel con Gabriel Heinze, oriundo de Crespo. "Heinze desarmó nuestra sala juegos y se armó su sala de videos. Pero no prohibió nada, se siguió jugando a la Playstation, se rumoreó que lo había prohibido por poner su sala de videos ahí, pero siguió todo igual", explicó el volante con más tiros en los palos de la Superliga (lleva seis).
"Heinze es bastante estricto con el tema del peso. Al principio fue difícil porque no estábamos acostumbrados, pero nos vino bien. Este cuerpo técnico es muy profesional, muy detallista. Nos hizo entender que en los mínimos detalles, como el peso, se ven reflejado en lo que uno hace dentro del campo y mismo en los entrenamientos, que son bastante intensos", sostuvo el volante de 22 años nacido en Concordia.
Desde que arribó el Gringo a Vélez, el equipo tomó una identidad de juego y no la soltó más, ni cuando los resultados no aparecían. "Desde que llegó Gabriel nos puso una idea de juego. El tiempo le dio la razón al técnico. Nunca renunciamos a lo que él nos propuso, a la idea que trajo, ni siquiera en el mal momento que estábamos abajo. Los resultados no dejaban ver las cosas que hacíamos. Pero estábamos tranquilos, él y nosotros, porque hacíamos lo que pedía. Y nos decía qu era cuestión de tiempo. Para Heinze la manera de jugar del equipo es más importante que el resultado", comentó el concordiense.