De estar para ganar y golear a perder dos puntos. Eso le pasó a River en el Monumental. Sin palabras lo que le sucedió al equipo alternativo que puso Marcelo Gallardo. Se floreaba y estaba para vencer con comodidad, pero pagó muy caro sus errores y Unión, que estaba groggy, alcanzó un valioso 2-2. Impensado e increíble para los dos.
Con mucho ritmo, River arrancó con el pie en el acelerador y sacó rápido la ventaja: Ponzio le pegó al arco y, con un mínimo desvío, Cavenaghi aprovechó para estampar el 1-0. Flojito lo de Unión en defensa y casi nulo en ataque. Un tiro de Gamba contenido por Chiarini y un cruce de Mammana ante un remate de Triverio fueron las chances más claras. Todo del local, que le impuso ritmo por las bandas con Mayada y Driussi, la entrega de Ponzio y la calidad del propio Cavenaghi para moverse en ataque. Y a los 30 minutos amplió la cuenta: centro pasado de Solari, despeje a medias del arquero Castro y remate en solitario de Driussi.
Ya en el segundo tiempo, cuando River estaba muy cerca del tercero, la defensa local se durmió en un tiro libre en la mitad de la cancha y Gamba picó para el descuento. A partir de ahí, aconteció otro partido: porque el Tatengue se animó y creció en ataque. River no lo liquidó y padeció el empate: Malcorra envió un centro venenoso de tiro libre y, ante el amague de Guerra al cabecear, Chiarini dudó y la fue a buscar adentro. Insólito para el Millo por cómo se había dado el primer tiempo, con suma superioridad.
Resignación para Gallardo y compañía. Celebración para los de Madelón, cuyo equipo sigue invicto (14 partidos). Ahora, River se la jugará en Perú por la Libertadores el próximo jueves ante Juan Aurich. Decisivo para sus intenciones.