La aparición de Sebastián Ribas en el fútbol argentino fue una sorpresa para muchos que no conocían su extensa carrera por las ligas de Italia, Francia, España, Portugal y ucrania, además de jugar Uruguay, Ecuador y México.
Pero el Vikingo se hizo notar rápidamente, y se transformó en el goleador de la Superliga, con 11 gritos en 17 partidos disputados, lo que provocó que River, a pesar de tener una de las delanteras más caras del campeonato con jugadores como Lucas Pratto, Ignacio Scocco y Rodrigo Mora; ponga su atención en el atacante que hoy viste la casa del Rojinegro, tal como lo confirmaron medios de de la Ciudad de Buenos Aires que siguen al Millonario.
El pase Ribas, que arribó al Santo a préstamo en octubre de 2017, pertenece Karpaty Lviv de Ucrania, club que trazó al charrúa en 250.000 dólares (poco menos de cinco millones de pesos), un dinero que River no tendría ningún inconveniente en desembolsar, pero el Rojinegro tampoco, ya que la dirigencia de la institución paranaense tiene adelantada negociaciones con Gerardo Pereyra, representante del Vikingo, para abonar el dinero que pretenden los europeos, quedarse con la ficha del oriundo de Montevideo, y que siga gritando goles con los colores del Patrón de Entre Ríos.