Con Boca como rival confirmado y todo lo que eso significa, en el River Camp ya se activó el Modo Superclásico. No hay otra cosa en mente. Desde este miércoles, día en el que el plantel continuará con los entrenamientos en Ezeiza, todos los cañones apuntan de lleno a la cita del domingo, en principio en Córdoba.

Arranca la preparación, la planificación y también, en dos caso específicos, la recuperación a contrarreloj para intentar llegar en condiciones y poder jugar: se trata de Paulo Díaz y Miguel Borja.

Dos nombres propios esenciales en la estructura de Martín Demichelis, seguramente a su vez los de mejor actualidad en este Millonario que viene en un proceso de mejora, están en duda para el partido decisivo por los cuartos de final de la Copa de la Liga.

Por ahora no hay alertas encendidas, sino precaución por una realidad física que indica que ambos serán evaluados día a día para ver si pueden estar.

Borja, máximo goleador la Copa de la Liga junto a Adrián Martínez, viene de perderse la visita a Instituto en la última fecha por una sobrecarga muscular.

"Somos optimistas de que Miguel pueda estar el fin de semana", dijo Demichelis el lunes, confiando en que su principal arma de fuego podrá recuperarse en tiempo y forma.

¿Qué pasa con Díaz? En la victoria del Millonario frente a los dirigidos por Diego Dabove el estandarte del fondo riverplatense salió por una molestia en la rodilla que a priori no sería anda grave pero que habrá que ver cómo evoluciona.

"Conoce su cuerpo, empezó a sentir un poco pastosa su rodilla. Él es uno de los que no paró en el año. Prefirió levantar la mano y no salir a jugar el segundo tiempo al 50%. Le dejó el lugar a un compañero", explicó el DT.

Por ahí pasan los dos focos de River en vistas al choque de cuartos con Boca. El resto de los futbolistas que fueron titulares en Alta Córdoba terminaron el partido sin secuelas y en tanto estarán a disposición del entrenador para el domingo.