Los imparciales habrán quedado satisfechos después del espectáculo que brindaron River y Banfield en el Monumental, aunque los propios sentirán que el empate tiene sabor a poco.

En el Millonario era prioritario dejar los tres puntos en casa para mantenerse a seis de la cima, pero la mano estuvo torcida desde el tiro que se estrelló en el palo, recién iniciado el encuentro, y la pena máxima dilapidada por un errático Rodrigo Mora, quien mostró otra cara respecto al empate en la altura ante The Strongest. Uno de los mejorcitos del anfitrión fue Andrés D'Alessandro, quien estuvo activo y de hecho fue quien fabricó la falta dentro del área.

La primera media hora perteneció al cuadro de Marcelo Gallardo, que dispuso de la pelota y las mejores situaciones, pero lentamente el Taladro se fue acomodando y complicando con lo suyo, al punto tal que casi se va a los vestuarios arriba en el tanteador. Ya en la etapa final, un cabezazo certero de Santiago Silva dejó sin chances a Barovero y colocó arriba al visitante.

Desde allí, los de Claudio Vivas (se despidió de la Primera) quedó parado para contraatacar y la Banda empezó a empujar sin muchas ideas. Transcurrieron los minutos (en medio hubo un claro penal de Matheu a Mora, ignorado por Juan Pablo Pompei) y la puntería riverplatense continuaba desviada, hasta que en una de las últimas, fue Lucas Alario, quien había entrado hacía un rato, el que convirtió a la salida de una pelota parada (floja respuesta de Arboleda).

En el tiempo de descuento, River rescató una unidad de poca utilidad para sus intenciones de prenderse en la lucha por el título (el líder Godoy Cruz le lleva 8 puntos de ventaja). Para Banfield también quedó la bronca de no haber podido aguantar el resultado, pero sin lugar a dudas tendrá que irse conforme por el trabajo realizado con varios juveniles de la cantera.