Para Guillermo Barros Schelotto es la pieza clave de Boca. Ricardo Centurión es ese hombre que le da velocidad y juego a los ataques del equipo. Es casi tan importante como Fernando Gago. Sus desequilibrios son siempre una incognita para cualquier defensa y en él empiezan todos los ataques xeneizes.
Es tan importante, que el cuerpo técnico ya le dijo a la dirigencia que lo compren. El San Pablo de Brasil (club al que pertenece su pase) lo tasó en más de 6 millones de dólares. Daniel Angelici sabe que lo vale, pero tienen algunas dudas sobre su disciplina fuera de la cancha. Si bien desde hace un tiempo, el Wachiturro parece haber entendido el mensaje, siempre hay temor de que vuelva a aparecer una foto o un video comprometedores. Es lo único que les preocupa. Por lo que hace dentro de la cancha, Centu es amado.
Pero este fin de semana, el técnico xeneize deberá tener un nuevo planteo ya que su estrella sufrió un esguince acromio-clavicular en el hombro derecho y no llegará al partido con Talleres de Córdoba. ¿Entrará Junior Benítez? ¿Jugará Bou junto con Benedetto? La otra opción es la vuelta de Pablo Pérez a la mitad de cancha y, de esta manera, Rodrigo Bentancur jugaría más libre. Son dudas que el Mellizo resolverá con el correr de los entrenamientos.
Desde que llegó a Boca, en agosto del año pasado, Centurión se ganó a los hinchas a base de hermosas gambetas y un juego desacartonado que mostró desde sus comienzos en Racing y que nunca perdió. El el xeneize disputó 14 partido y convirtió 5 goles, un número alto para un mediocampista.