La autopsia preliminar realizada a los cuerpos de Paloma Gallardo y Josué Salvatierra, los adolescentes encontrados muertos en un descampado de Florencio Varela, reveló que ambos presentaban un traumatismo de cráneo, pero no se identificaron otros golpes ni signos de violencia.
La investigación, dirigida por el fiscal Hernán Bustos Rivas, descartó los rumores de que los jóvenes hubieran sido maniatados o mutilados, como se había especulado. Se presume que el arma utilizada por el asesino fue una piedra encontrada en el lugar del hallazgo. El fiscal confirmó a TN que, según las pruebas recogidas hasta ahora, la causa fue caratulada como "robo y homicidio criminis causae", lo que sugiere que el asesinato podría haber ocurrido durante un asalto violento, dado que los policías de la Comisaría 4° no hallaron las pertenencias de las víctimas en el lugar. Aún no hay sospechosos.
Un dato relevante que brindó Bustos Rivas es que los jóvenes llegaron por su cuenta al predio donde finalmente fueron encontrados sin vida. Las cámaras de seguridad de la zona los grabaron caminando cerca de las 18:00 horas hacia el descampado, y no se les vio salir del lugar.
En este momento, los investigadores intentan reconstruir el recorrido que Paloma y Josué hicieron desde sus hogares hasta el predio cercano a la estación de Bosques, donde se perdieron entre los árboles. También tratan de determinar si alguien los siguió o si se cruzaron con el asesino en el lugar del hallazgo.
La desaparición de los adolescentes y el trágico hallazgo
Paloma Gallardo, de 16 años, y Josué Salvatierra, de 14, fueron vistos por última vez el jueves. Ambos asistían a la Escuela Secundaria 63 y eran amigos desde hacía tiempo. Ese día, minutos antes de las 18:00 horas, Paloma le avisó a su padre, Omar Gallardo, que se iba al gimnasio. Tomó una botella de agua, unos 7 mil pesos y salió de su casa, con la intención de encontrarse con Josué en la plaza del barrio. Sin embargo, pasaron las horas y la desesperación creció. A las 21:00 horas, José Alberto Salvatierra, padre de Josué, se dirigió a la casa de Paloma para preguntar por el paradero de su hijo, ya que ambos debían haber ido al gimnasio juntos, pero nunca llegaron.
Ambos adolescentes dejaron de responder los mensajes y nadie los había visto. Preocupados, sus padres realizaron la denuncia correspondiente. Primero, las familias acudieron a la plaza ubicada en Marcos Paz y Cramer, donde solían reunirse, pero no encontraron pistas. La búsqueda continuó, pero no había más información. Las fotos de los chicos comenzaron a viralizarse, hasta que finalmente, el sábado por la tarde, un llamado al 911 alertó a la policía sobre la aparición de dos cuerpos en un sector descampado entre las vías del tren y la fábrica de baterías Champion, debajo del puente de Bosques.
Denuncias de los padres de Paloma
Omar Gallardo expresó su profunda indignación por la actitud de algunos agentes policiales durante las primeras horas de la desaparición de su hija y de Josué. Lo hizo a través de su canal de YouTube, en el que comparte un programa cristiano. En su testimonio, relató que cuando acudió a la policía para informar sobre la desaparición de los chicos, algunos oficiales minimizaban la situación y sugirieron que probablemente se trataba de una "aventura juvenil". "Cuando les mencioné que podrían haber sido víctimas de trata de personas, algunos se reían. Estas 48 horas no dormimos nada, se hicieron interminables", recordó. Ante la falta de respuesta, decidió llamar al 145 para denunciar el caso. Se abrió un expediente de investigación, pero este fue cerrado cuando los cuerpos fueron encontrados.
Por su parte, la madre de Paloma, Alicia Pita, también reclamó por la indiferencia policial durante la desaparición de su hija. "Paloma salió con su ropa puesta y una botella de agua, pensando en volver pronto. No llevaba nada más porque no tenía planes de irse lejos", explicó. "Ellos no se fueron de sus casas, no abandonaron a sus familias, no fue una aventura juvenil. Fueron víctimas de la delincuencia inmunda", afirmó. (Con información de TN)