La exigencia en el Real Madrid es más elevada que en otros clubes del mundo. Al equipo, plagado de estrellas y millones, los hinchas le piden que los triunfos sean por cifras abultadas y sin sufrir. En la última semana, el "Merengue" consiguió el pasaje a Octavos de Final de la Champions League, pero de manera ajustada y de local ante el Schalke 04. El 'Santiago Bernabéu', más allá de la clasificación, reprobó esa actuación.
Esa situación, sumada a la pérdida de la cima de la Liga en las últimas fechas por el envión de Barcelona, puso al equipo de la 'Casa Blanca' en un momento de crisis. En casa contra el débil Levante y ante su público, los de Carlo Ancelotti estaban obligados a apagar el fuego porque la próxima semana se jugará un derby que podría definir prematuramente al campeón del torneo.
Con esa carga sobre la espalda, pudieron cubrir las expectativas gracias a la aparición de sus máximas figuras: Gareth Bale y Cristiano Ronaldo. El galés abrió el marcador, que luego completó con el 2-0 el portugués, quien quedó a un tanto en la tabla de goleadores de Lionel Messi.
Los tres puntos, además de extinguir el incendio, colocaron al Madrid a una unidad de la cima, que hoy pertenece al Barcelona, rival de la fecha siguiente. Levante, por su lado, sigue hundido en la zona de descenso.