Arrancó una nueva edición de la Champions League y con ella las ilusiones de los poderosos europeos. Esta vez, la Final se celebrará en Milán, en el estadio Giuseppe Meazza, el 28 de mayo del próximo año. Real Madrid, equipo que logró la Décima en Lisboa hace un años atrás ante el Atlético Madrid, se estrenaba ante el Shakhtar Donetsk con la única intensión de arrancar con el pie derecho. El juego era correspondiente al Grupo A, en el que también forman parte PSG y Malmö (los parisinos vencieron por 2-0).
Luego del envión con que llegaba el Merengue (gracias a las goleadas por 5-0 y 6-0 por Liga), el Santiago Bernabéu se preparaba para presenciar una fiesta y mimar a su goleador, que venía de anotar cinco el sábado. Sin embargo, no se le presentó nada sencillo el trámite de arranque. Es que el elenco ucraniano no se presentó con la intención de respetarlo y le planteó un juego en el que buscaba poner en apuros a Navas en cuanta ocasión fuera posible.
Pero cuando el trámite más se le estaba complicando y sufría la falta de claridad (sumado al imponderable de que Bale se retiró lesionado a los 25 minutos), un grosero error del arquero rival le ayudó a allanar el camino. Es que Pyatov no pudo controlar un sencillo balón y apareció entonces Benzema para capitalizar el blooper sin compasión alguna, decretando el 1a 0 con el que se irían al descanso.
Ya en el complemento todo se allanó más aún, con la complicidad del árbitro croata. Mientras enseguida la visita se quedaba con diez hombres por la roja a Stepanenko, antes de los diez minutos se produjo una escandalosa y vergonzosa maniobra. Tras una jugada de Benzema, Cristiano capturó un rebote y sacó un bombazo al arco que pegó en la espalda del defensor Srna. Pero el deshonesto portugués se señaló el brazo y le reclamó al juez un inexistente penal, que éste le concedió y el propio Ronaldo cambió por el 2 a 0.
Y mientras los ucranianos intentaban asimilar la injusticia, enseguida se pitó otro penal para los Blancos, del que CR7 se hizo cargo y decretó el 3 a 0. Ya prácticamente había quedado de rodillas la visita, que igual no se resignaba e iba en busca del arco rival. Pero a poco del final Cristiano anotó de cabeza su tercer tanto y selló el 4 a 0 final.
Pese a la contundencia del marcador, el Real Madrid ha terminado con tantos pro como contras. ¿Lo positivo? La contundencia de su goleador que anotó su octavo tanto en apenas tres días y alcanzó los 80 gritos en la Champions, superando por tres a Lionel Messi. ¿Lo negativo? No sólo lo que le costó doblegar a su rival, sino las alarmantes bajas que ha sufrido con las lesiones de Bale, Varane y Ramos.