En el Santiago Bernabéu se desarrolló uno de esos espectáculos en los que antes de comenzar ya se sabía qué equipo iba a resultar ganador. La diferencia entre los intérpretes del Real Madrid y el Legia Varsovia llevó a que el partido se dispute en territorio polaco. Sin embargo, el exceso de confianza del Merengue le dio algunas oportunidades a la visita. El mano a mano desperdiciado por Miroslav Radovic y el remate al palo que impactó Guilherme le pusieron suspenso a la noche española, dado que un gol inesperado hubiese silenciado a la capital ibérica.
La calidad de Gareth Bale fue la herramienta que empleó el elenco de Zinedine Zidane para abrir el marcador, y la proyección de Marcelo, junto con la sociedad conformada con Karim Benzema, fue el camino para estirar la diferencia.
Un indiscutido penal cometido por Danilo le dio la posibilidad al conjunto de Magiera de recortar la distancia y el experimentado delantero nacido en Bosnia y Herzegovina engañó a Keylor Navas con un fino remate. El grito fue tan débil que se opacó con el que unos instantes más tarde concretó Marco Asensio: 3 a 1 y al descanso.
En el complemento, el monólogo local se intensificó y Lucas Vázquez, quien reemplazó a James Rodríguez, convirtió el triunfo en goleada. A partir del 4 a 1 los dueños de casa se dedicaron a manejar los tiempos del encuentro a la espera de la finalización de su compromiso.
Otro de los que ingresó en la segunda etapa y se anotó en la abultada victoria fue Álvaro Morata. El sustituto de Bale recibió después de una individualidad de Cristiano Ronaldo y festejó el quinto con un rasante disparo al primer palo. Salvo por algunos descuidos defensivos, la actuación del Real Madrid fue de cinco estrellas.
La cima del Grupo F de la Champions League es compartida por los madridistas y el Borussia Dortmund, dado que los alemanes también cosecharon un triunfo en su visita a Portugal frente al Sporting de Lisboa.