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"Me siento responsable de la muerte de Ayrton Senna", confesó un ingeniero

Adrian Newey, encargado del desarrollo del Williams del brasileño en San Marino, explicó los detalles del accidente. Lo hizo en su autobiografía. Se refirió al accidente de Senna en la curva Tamburello.

5 de Noviembre de 2017

Adrian Newey, diseñador del equipo Williams de Fórmula Uno en la temporada de 1994, publicó su autobiografía y obviamente el foco estuvo puesto en un momento que quedó grabado para la historia del automovilismo: la muerte de Ayrton Senna.

"Me sentiré siempre responsable de la muerte, pero no culpable", confesó uno de los encargados de moldear el auto que sufrió el accidente fatal.

 

La escena, imborrable para el deporte mundial, ocurrió en el Gran Premio de San Marino: un desperfecto técnico en el auto que manejaba Senna lo hizo impactar contra un muro en la curva Tamburello y causó la muerte del piloto.

En el libro "How to build a car", Newey escribió sobre ese instante. Junto a Patrick Heach, director técnico de Williams, eran los encargados del FW16 del piloto brasileño que, en el Gran Premio de San Marino, chocó por un imperfecto.

 

 

 

"Fui uno de los altos ejecutivos de un equipo que diseñó un coche en el que un gran hombre murió", escribe en su autobiografía. "No importa si esa columna de dirección causó el accidente o no, es imposible olvidar el hecho de que era una pieza de diseño mala, que nunca debería haberse permitido en el coche", expresó.

 

El ingeniero, por entonces con 36 años, dice que no estuvo a la altura de diseñar un auto competitivo para Senna y que, según él, llevó al brasileño a asumir muchos riesgos a la hora de manejar.

"De lo que me siento más culpable no es de que un posible fallo de la columna de dirección fuera la causa del accidente, porque ese no es el caso, sino porque fallé en la aerodinámica del coche", añadió.

 

 

"Metí la pata en la transición entre la suspensión activa [desde 1993] y la vuelta a la [suspensión] pasiva, y diseñé un coche que era aerodinámicamente inestable, en el que Ayrton intentaba hacer cosas que no se podían hacer. Y de hecho no fue capaz. Si tenía o no un neumático pinchado, su trazada interior más rápida pero con más vibraciones en un coche aerodinámicamente inestable dificultaba el control del monoplaza, incluso a él", escribió.

 

Luego del fatídico accidente, la justicia italiana investigó y demandó a Frank Williams, director del equipo, Patrick Head y Adrian Newey, aunque años más tarde fueron absueltos. "Me sentiré siempre responsable de la muerte de Ayrton, pero no culpable", explica.

"El hecho de que la muerte de Ratzenberger [un día antes en Imola en otro accidente] fuera barrida tan fácilmente bajo la alfombra me hace suponer que la principal motivación de Passarini podría ser la fama y la gloria personal", finalizó.

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